Complejidad. Esta temporada de riego es una de las más complejas para los predios del sistema.
LONGAVÍ. La temporada de riego 2021-2022 está marcada por ser la más seca de las ultimas décadas, según los registros de la Junta de Vigilancia del Río Longaví y sus Afluentes (JVRL), teniendo un déficit de precipitaciones de más del 40 por ciento, con respecto a los promedios a esta fecha y con un invierno pasado sin reservas de nieve en el Nevado de Longaví.
Es así que la organización ha ejecutado un trabajo mayor de coordinación con las comunidades de aguas, para informar de los registros hídricos semanales y orientaciones, incluso, en forma anticipada.
En una asamblea general, se estableció que actualmente se distribuya con una tasa de reparto de 0.7 litros/seg – acción y en febrero a 0.6 litros/seg – acción.
Una de las últimas reuniones en terreno fue realizada con la comunidad “Primera Abajo” de Longaví, donde tienen mayor producción de cultivos anuales y berries.
Los usuarios plantearon la necesidad de regar en la noche al presidente del directorio de la JVRL, Máximo Correa, quien les respondió que “lamentablemente es imposible disponer de turnos de riego nocturnos como otros años, pues la cantidad de agua que hay disponible no alcanza. La sequía es un tema muy complejo, que hemos estado conversando con ellos desde el invierno. El llamado es a que las personas entiendan que es un problema en general, no del sistema Longaví”.
Agregó que lo ideal sería que al interior de las comunidades de aguas se apoyen unos con otros, que se ayude al vecino y que próximamente (en febrero), se vendrán días más complejos para la frambuesa y el arándano.
DENUNCIAS POR HURTO DE AGUAS
La JVRL también hace un llamado a denunciar la usurpación de aguas, a las directivas de comunidades de aguas correspondientes a Carabineros, Policía de Investigaciones o Fiscalía.
El asesor jurídico de la organización, Dámaso Navarrete, aseguró que “lo primero sería avisar a la comunidad de aguas del canal para que ellos actúen como árbitro y así puedan sancionar ese tipo de conducta. Para ello debe comprobarse la existencia del taco, de la adulteración, y quien es el beneficiario de esa agua. Lo que puede ser sancionado con una multa y hasta con el corte del recurso”.
El abogado indicó que el otro camino es hacer la denuncia a los organismos pertinentes. “Porque la persona que saca agua del curso sin tener derechos a ella, comete el delito de usurpación de aguas, que puede ser sancionado incluso con cárcel”.
Desde la JVRL resaltaron la importancia de conservar la calidad de aguas, en las producciones por la mantención del sistema en general y porque se solicita a los productores estándares de calidad en la fruta que se exporta, para lo cual se hacen pruebas de monitoreo de calidad de aguas de riego en distintos puntos de la red en la temporada.