Camino a la consolidación. La pandemia no ha sido impedimento para que las series de este club participen de distintas competencias dentro y fuera de la ciudad.
CURICÓ. Poco a poco los integrantes del Club Deportivo Social y Cultural Curicó Basket han ido dando pasos, después de tener solo un año de creación.
Ese fue uno de sus principales méritos, el haberse constituido en plena pandemia, justamente como una manera de demostrar que, a pesar de la emergencia sanitaria, se podía salir adelante.
Su principal norte es el básquetbol desde el punto de vista formativo, además de lo recreacional, ya que el principal objetivo del club es ser un aporte físico y psicológico para sus jugadores, sobre todo en el contexto de pandemia.
“MÍTICA” CANCHA
La iniciativa surgió a partir de cerca de treinta apoderados de distintos colegios municipales, particular subvencionados y particulares de Curicó, además de otros clubes dedicados a la disciplina desde un punto de vista recreacional.
Lo primero fue determinar los puntos donde se entrenaría. Aparecieron en la mira dos canchas: la Caupolicán y la “mítica” de población John Kennedy. Esta última fue elegida como principal punto de encuentro para los entrenamientos.
Lo anterior ha sido muy positivo además, porque le ha dado una nueva vida a ese tradicional sector vecinal curicano y varios de los nietos de vecinos forman parte ahora de Curicó Basket.
VITRINA
Los deportistas son dirigidos por Boris Núñez, del Instituto San Martín; Gustavo Guga, exjugador y entrenador en la Alianza Francesa; y Gabriel Bravo, egresado de Educación Física, especialidad en básquetbol de la UCM.
El club está formado por las series Sub 11, 6 a 10 años mixta; Sub-13 y Sub-15, ambas mixtas y Sub-17 femenina adulta. Existe un grupo de nivelación, con jóvenes que recién comienzan en el baloncesto.
Existen dos clubes formativos en la ciudad: Curicó Basket y Unión Juvenil. Este último con sede en la cancha América del sector La Marquesa.
Los dos pertenecen a la Asociación Regional de Básquetbol del Maule, presidida por Manuel Herrera, lo que les permite tener una vitrina más amplia.
EN LA MIRA
Recientemente culminó el primer campeonato de retorno a las canchas en pandemia, en serie Sub-17, donde Curicó Basket venció a Pumas de Retiro. También participaron en la Liga 7 Femenina organizada por la Asociación de Talca, logrando un buen desempeño.
Uno de los principales nortes del equipo curicano es ser un semillero del baloncesto nacional, lo que al fútbol es lo realizado por la UC o Colo Colo por ejemplo y, además, contar con una serie Sub-19 el año que viene y así poder optar a jugar en tercera división.
Curicó Basket pertenece a la Federación de Básquetbol de Chile y a partir de ello, busca capitalizar los derechos formativos de las y los deportistas.
La idea es lograr un nivel competitivo regional en cada una de las series y consolidar también las ramas femeninas del club.
GANANDO ESPACIO
Actualmente el club se financia gracias al aporte de tres empresas. La idea que tienen es lograr financiamiento de otras instancias también, a través por ejemplo de subvenciones y, a través de un plan de marketing, captar más apoyo privado.
Lo anterior permitirá, además, generar mejoramientos en la cancha de John Kennedy, lo que también es un beneficio para el sector.
Andrés Mellado, uno de los fundadores de Curicó Basket, señala: “Es un proyecto muy lindo. Hemos conseguido en muy poco tiempo ir logrando nuestros objetivos por el trabajo mancomunado que tienen tanto los niños, sus familias y los socios y auspiciadores. No ha sido fácil, porque hemos ido aprendiendo en el camino. Pero hemos ido avanzando y ya somos el club formativo número uno de la ciudad de Curicó. Nos hemos ido abriendo y ganando nuestro espacio”.
Hoy el club es no solo una promesa de futuras grandes estrellas del básquetbol nacional, sino, además, una instancia de formación integral para el desarrollo de sus deportistas.