A pesar del poco tiempo de trabajo y de las dificultades propias asociadas al actual contexto marcado por la vigente pandemia del Covid-19, el debut oficial por los puntos en la banca de la Selección Chilena del adiestrador uruguayo, Martín Lasarte, dejó un sabor en el paladar futbolístico más que aceptable. Independiente del resultado, los especialistas en la materia han recalcado que el nuevo DT pudo darle una “impronta de juego” al equipo, volviéndolo nuevamente “competitivo”. Con el colombiano, Reinaldo Rueda en la banca, el arranque de Chile en las clasificatorias para la Copa Mundial de fútbol en Qatar, dejó al combinado fuera del grupo que por ahora está sacando pasajes para dicha cita.
Por lo mismo, el desafío no es menor: recuperar terreno en la correspondiente tabla de posiciones, para lo cual es necesario volver a tener una regularidad, que permita sumar las unidades pertinentes para abrochar la meta de tener nuevamente a “La Roja” en un mundial.
Contra Argentina, tal como en tantas otras oportunidades, quienes integran la llamada “Generación Dorada” fueron quienes lograron “las máximas calificaciones”: Gary Medel, Claudio Bravo, Charles Aranguiz, Alexis Sánchez son parte de ese podio, sumado a quienes integran el llamado “recambio” que, si bien no alcanzan el nivel de los aludidos con anterioridad, de igual forma respondieron a las expectativas. Por tercera vez, en el contexto de las clasificatorias, la selección regresó a nuestro país con algo entre las manos desde la vecina nación.
Si bien está claro que no será un camino fácil, la igualdad ante Argentina permite albergar esperanzas de que el anhelo de poder clasificar a Qatar, ahora se presenta como algo posible de conseguir y no como algo de frentón utópico.
Al cierre, consignar algunas palabras para el nuevo adiestrador, Martín Lasarte. Queda de manifiesto que se trata de un DT que “conoce al medio”, sobre todo luego de la que fue su experiencia al mando, primero de la Universidad Católica y luego en la Universidad de Chile. Por último, también señalar que resulta “muy sano” escuchar los análisis de un cotejo por parte de un técnico, sobre todo cuando lo que dice se acerca a lo que cualquier persona, que sepa de la materia, pudo observar en cancha.