Tal y como estaba previsto en el plan de desescalada anunciado por el Gobierno británico, los colegios de Inglaterra han reabierto hoy después de casi tres meses, aunque bajo extremas medidas de seguridad y tests masivos.
La vida ha vuelto a las calles de Londres durante la mañana de este 8 de marzo con los gritos, los patinetes, las mochilas e incluso algunos padres despistados que llevaban a sus hijos tarde en su vuelta al colegio.
Un ápice de normalidad con el primer paso de la desescalada que finalizará -si se cumple la hoja de ruta- el 21 de junio y que, además de la vuelta al colegio, también permitirá las reuniones al aire libre de dos personas no convivientes por motivos de ocio o de ejercicio o las visitas de una persona a las residencias de ancianos.
Con el cierre de los centros escolares el pasado 5 de enero tras el anuncio del confinamiento nacional -aunque ya estaban cerrados desde mediados de diciembre por las vacaciones de Navidad-, la mayoría de los niños británicos, a excepción de los hijos de trabajadores esenciales, han tenido que seguir la docencia de manera online desde sus casas.
Las complicaciones de la educación virtual
La enseñanza a distancia ha vuelto a dificultar la conciliación familiar y laboral para muchos padres. Es el caso de Laminatu Mabinty, una joven madre que relató que estos dos meses de educación a distancia han sido un periodo “difícil” y “estresante” y confesó que la vuelta a las aulas de su hija y su sobrina le provoca “felicidad” y “tristeza” al mismo tiempo.
Por una parte, quiere que su hija de 6 años vuelva al colegio porque “ha estado en casa mucho tiempo y echa de menos a sus amigos”, pero también le preocupa lo que “otros hayan podido coger de la calle” y las medidas que vayan a llevar a cabo dentro del centro.
“Espero que cuando la escuela abra hoy implanten todas las medidas, como lavarse las manos. Todas las medidas de protección para que estén a salvo y no cojan nada, sea el coronavirus o cualquier otra enfermedad”, añadió Mabinty, que se definió como una madre “protectora”.
Pruebas en el instituto
Lo saben bien en el Regents High School, un instituto de secundaria localizado en el centro de Londres, que estaba “esperando con ganas al 8 de marzo”, día en el que han abierto sus puertas pero no para dar clase, sino para hacer tests rápidos de Covid a sus más de mil alumnos, que continuarán hasta el viernes.
El director del instituto, Gary Moore, afirmó que el primer grupo comenzará mañana con normalidad y que para el final de esta semana “todo el mundo habrá sido testado”, por lo que los alumnos estarán “seguros, en sus clases y haciendo buenos progresos” en su regreso a las aulas.
Entre las “robustas” medidas del centro, según Moore, se encuentran la adquisición de varios dispensadores de gel hidroalcohólico, la división del patio en “zonas diferenciadas” por cursos y la obligación de asistir con mascarillas a las aulas, una gran novedad con respecto a la reapertura de septiembre.
Con ello esperan “sacar al covid de las clases”, según indicó esta mañana a Sky News la ministra de Infancia, Vicky Ford, que aseguró que se han tomado “medidas extraordinarias” para garantizar la vuelta a las aulas en un día que calificó como de “gran alivio para las familias con niños”.