Entorno. Un Curicó Unido repleto de canteranos, no pudo frente a un equipo albo que finalmente jugará la fase previa de la Libertadores. Los hinchas protagonizaron tensos momentos dentro y fuera del estadio.
Por Rodrigo Orellana Salazar, periodista
CURICÓ. Santelices, González, Cahais, Nadruz, Cabrera, Ortiz, Leiva, Acevedo, Bustamante, Barrios y Coelho, sería la última oncena titular de Curicó Unido en este período en Primera División. Seis jugadores formados en casa para esta alineación, que después con los cambios vería los ingresos de otros cuatro canteranos: Lara, Muñoz, Retamal y Benja Ortiz, quedando en banca otros más: Vergara, Ormazábal y Aliaga. Grueso de jugadores formados en casa para este partido final del Curi en Primera, donde no fueron citados Cerda, Figueroa, Bechtholdt, De La Fuente, Flores, Zavala, Agustín Barrios, Sandoval, Fritz, Castro y Merlo.
CON BRONCA
3.763 espectadores llegaron a La Granja y los hinchas colocolinos, que desde horas antes del encuentro se hacían notar bebiendo en las cercanías del estadio. En el interior del recinto ambas hinchadas mostraron su pasión desbordada en batalla de cánticos donde quién lo hiciera más fuerte, parecería hacerse más respetar en las tribunas. Los barristas albirrojos lanzaron nuevos artificios y el partido debió detenerse por algunos minutos, mientras que la visita recibió a sus jugadores con bengalas y bombas de humo, y posteriormente se enfrascaría en fuertes discusiones con los guardias y encargados de seguridad de Curicó Unido, por la instalación de un lienzo tras el arco norte antes de finalizar el primer tiempo. No se instalaría el lienzo, los barristas colocolinos saltarían a la pista atlética, para luego recibir el visto bueno para colgar en la reja la pancarta, aunque este se terminaría rompiendo, tal como las buenas relaciones entre barristas y encargados de seguridad. Carabineros detuvo a un hincha junto a la reja del codo norte y los parciales colocolinos, las emprenderían contra una reja de contención y arrancando algunas butacas del sector. Los curicanos desde la popular se acercaron saltando una valla de contención, incitando el enfrentamiento cara a cara con la visita, aunque debió ingresar personal de Carabineros y separar a los enaltecidos. Tras el pitazo final y victoria colocolina por la cuenta mínima, se retiraron del recinto primero los hinchas de Colo Colo, quedándose cantando en el estadio los curicanos. Grupos de ambos bandos en las afueras del recinto se enfrentarían a golpes, palos y pedradas.
LA HORA DEL ADIÓS
Curicó Unido descendió a la Primera B y Colo Colo con el triunfo del nuevo campeón Huachipato, no pudo abrochar su objetivo de la fase de grupos de la Libertadores, debiéndose conformar con el tercer lugar en la tabla y clasificación a la fase previa de la Copa. Dos ex Curicó Unido pisaron la cancha del Monumental, Pablo Parra y Leandro Benegas, quienes incluso se dieron tiempo de ir a saludar y visitar los camarines curicanos, tal como lo hiciera la hija ilustre de la ciudad, Edith Véliz, quien llegó asistida hasta la zona de los albirrojos. Con este triunfo albo, Colo Colo llegó a seis victorias frente al Curi, quien también suma seis victorias ante los albos, además de seis empates en una destacada paridad de fuerzas. En zona mixta post partido, dos menores portaban las tarjetas amarilla y roja del árbitro del partido, Ángelo Hermosilla y donde bajo los escudos de Curicó Unido y Colo Colo se leía “The Last Dance” (el último baile), en alusión a su partido final en el referato nacional, pues en La Granja se despidió del fútbol, luego de 25 años de carrera.