Medalla para Chile. La lontuenina Denisse Bravo se cuelga por primera vez en la historia un metal en la categoría 54 kilos.
SANTIAGO. La expectativas fueron altas para la púgil lontuenina Denisse Bravo Vilches, la boxeadora chilena que quebró la historia del pugilismo nacional tras conquistar la primera medalla de bronce en unos Juegos Panamericanos, y ese logro se obtuvo en casa, con su gente, con su padre Patricio Bravo y su técnico formativo Daniel “Curicó” Canales en las graderías, mirando el combate junto a miles de compatriotas que siguieron la batalla en el ring online y en el Centro Olímpico Chile (CEO) entre la “China” Bravo y la carioca Tatiana de Jesús Chagas.
CAMPAÑA
Si bien Denisse Bravo logró dos victorias consecutivas contra rivales de Costa Rica y Canadá, no pudo pasar a la final por el oro tras el puntaje mezquino de los jueces; es que no fue una pelea pareja, la brasileña no se vio superior en los golpes perpetrados, sin embargo, el árbitro y el fallo del jurado dieron por vencedora a Tatiana, asegurando el paso a la final por el oro, mientras tanto, nuestra campeona se cuelga por derecho propio la presea de bronce ya que en la disciplina no hay duelo por el tercer puesto.
HISTORIA
Con la brillante actuación de Denisse Bravo, Chile consigue su primera medalla en la historia en unos Juegos Panamericanos. Y ese legado viene de parte de una guerrera venida de la zona de Lontué y formada en la escuela de boxeo de Daniel “Curicó” Canales, sinónimo de pobreza en el deporte de los puños que le da a Chile una nueva medalla de bronce a su sorprendente cosecha; pues su formación ha sido en los pasillos del gimnasio Abraham Milad Battal, escenario improvisado cada tarde cuando la luz del día se va yendo, lentamente, dando paso a los boxeadores que dan vida al lugar a ritmo de golpes con los guantes. Así se preparan estos campeones en Curicó, ante la indiferencia de quienes pudieran mejorar las instalaciones de la “Casa del Boxeador” de la calle O’Higgins, pero pasa el tiempo y la “casa sigue vacía”.
“FUERA LOS SECONDS”
En estos Juegos Panamericanos, Denisse Bravo llegó hasta las semifinales en la categoría 54 kilos, donde cayó ante la brasileña Tatiana de Jesús Chagas. Al no haber desempate por el tercer puesto, la comitiva nacional suma un nuevo bronce para el medallero. Fue una pelea ajustada, que quedó 4-1 a favor de la brasileña tras los tres rounds. La “China” Bravo buscó constantemente el contacto, pero no siempre pudo conectar los golpes, factor que fue aprovechado por su rival, quien ya en los últimos tres minutos mostraba una actitud mucho más confiaba sobre el cuadrilátero. Pese a que cuando quedaban 30 segundos de pelea la oriunda de Lontué, Región del Maule, buscó con ímpetu el knock out, todo se definió en las cartolas del jurado. Y en ese fallo, cuatro de los cinco optaron por darle el paso a la final a Tatiana De Jesús Chagas. Solo el juez de Filipinas se decantó por la actuación de la nacional (29-28), quien no tendrá que competir para asegurar la medalla de bronce. El formato de competencia en el boxeo les entrega el tercer lugar a las dos semifinalistas derrotadas. En este caso, Bravo y la venezolana Johana Gómez.
LA PRIMERA
La chilena Denisse Bravo Vilches, hizo historia en Santiago 2023 y se convirtió en la primera boxeadora chilena en ganar una medalla en la competencia femenina del boxeo en unos Juegos Panamericanos. Las anteriores 20 preseas que registra el boxeo chileno, han sido de los hombres, con dos oros, nueve platas y ocho bronces. Y en los últimos 28 años, solo se obtuvo el bronce del talquino-vichuquenino Miguel “Ogro” Véliz en los Juegos de Toronto 2015, en la categoría 91 kilos, y quien perdió tempranamente en estos Juegos Panamericanos, dándole tiempo para ser el asistente del DT de la “China” Bravo. La malabarista que juntaba monedas en las esquinas del puerto, se convirtió en medallista panamericana.
QUE SIRVA
Denisse Bravo tiene 22 años y es oriunda de Lontué, en nuestra Región del Maule. Por su talento en el boxeo se fue a vivir al hotel del Centro de Alto Rendimiento y luego a la Federación de Boxeo, pero la pandemia cambió todo, ya que se tuvo que ir de ambos lugares. Su precaria situación económica hizo que muchas veces no tuviera para comer, pero nunca bajó los brazos y comenzó a hacer malabarismo en las calles de Valparaíso. Con el apoyo de su madre, al mismo tiempo “La China” siguió entrenando y se levantaba a las cinco de la mañana para viajar a Santiago. Nunca perdió la fuerza y potencia que la llevaron a ser medallista panamericana. Ojalá que esta medalla de bronce sirva para que las autoridades de la región, puedan hacer algo por la “Casa del Boxeador” que está vacía, abandonada, esperando que la campana vuelva a sonar en el ring de la esperanza.