Efectos. José Luis Espinoza afirmó que se realizarán menos atenciones, lo que radicará en agudización de patologías crónicas y más demanda de atención hospitalaria.
TALCA. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile -Fenasenf- José Luis Espinoza, aseguró que el presupuesto en salud para el próximo año no hace más que mantener los problemas actuales.
El dirigente aseguró que la insuficiencia de recursos radicará en la agudización de patologías crónicas y más demanda de atención hospitalaria.
¿Por qué este análisis tan negativo?
“El presupuesto para salud en Chile, del 2022 al 2023, aumentará un 7,1%, pero eso es sólo nominal, porque ya sabemos que terminaremos el año con alrededor de un 14% de inflación, eso quiere decir que el costo de la vida se encarece en un 14%, tanto para un dueño/a de casa, como para quien administra una oficina o un centro de salud. Por lo tanto, si lo llevamos a cifras reales, el aumento en el presupuesto de salud será igual a cero en relación al año 2022. Eso se traduce en el mismo número de atenciones, no sumando a las ya existentes ni resolviendo las grandes listas de espera que tenemos hoy. Entendemos la actual situación económica mundial y de nuestro país, pero la recesión que viene no la puede pagar el ciudadano, menos en términos de salud, es algo muy sensible, que afecta la calidad de vida de todos, porque si no hay salud, no hay gente que trabaje, la producción disminuye y etc., se convierte en un círculo que puede ser virtuoso o vicioso”.
¿Pero se hablaba que había un pequeño aumento para la atención primaria?
“Al analizar las distintas glosas, vemos que existe un aumento de casi un 4% extra para la atención primaria, es decir, para quienes se atienden en consultorios, Cesfam y similares. Los famosos 100 pesos per cápita de reajuste ahora son 382 pesos, llegando a los 10 mil pesos, pero eso no considera el aumento del costo de la vida, está lejos del 7% de reajuste al sector y peor al 12 % esperado de inflación para este año, lo que significa que todo eso faltará para pagar personal, comprar insumos, servicios, etc. En conclusión, un 8% menos de atenciones”.
¿Y qué ocurre con ese porcentaje de personas que dejan de atenderse?
“Es complejo, porque aumenta la demanda en el sector hospitalario. En lugar que se trabaje en prevención, nos podemos ver enfrentados a patologías reagudizadas, que requerirán atención en el sector secundario (atención de especialidades ambulatorias) y terciario (hospitales). Con eso se profundiza el problema, porque esos pacientes que deberían ser tratados en sus consultorios y Cesfam, terminarán siendo atendidos en hospitales ya sobre demandados, que actualmente están intentando resolver el problema de las listas de espera acumuladas, las que sin duda crecerán con los anteriormente expuesto”.
CONTRATACIÓN
¿El aumento en la glosa destinada a la contratación de personal, no aminora el problema?
“La verdad es que vemos coherencia con nuestras demandas gremiales en este sentido, al aumentar un 10% el gasto para recurso humano, pero es necesario advertir que en la práctica será cercano a cero, considerando el ajuste de IPC. Se reconoce que hay un intento por avanzar en este punto, pero es claramente insuficiente, frente a las necesidades de un sistema que requiere de mayor dotación de personal. Además, estos recursos no van a permitir incluir nuevos trabajadores al sector, simplemente va a solucionar en parte el tema de la contratación, de la mitad, de los trabajadores a honorarios existentes. Cerca de siete mil contrataciones nuevas, solo regulariza, no suma a lo ya existente”.
¿En la distribución de este presupuesto en salud, hay otra área que requiera un mayor análisis desde vuestra mirada como enfermeros/as?
“En la revisión detallada, pudimos darnos cuenta que existirá un alza considerable de 48,40% en compras de prestaciones a privados. Con esto nos queda claro que se pretende mantener la externalización de servicios, y continuar con el modelo de concesiones hospitalarias, con las que tanto nos cuesta lidiar día a día. Quiere decir que seguiremos resolviendo las listas de espera, por ejemplo, con compras a privados.
Además, se aumenta el subsidio a la construcción vía concesiones en 51%. Estamos de acuerdo que es necesaria más infraestructura hospitalaria, pero que no sea por esta vía, en que es tres veces más caro para el Estado”.
¿Qué se puede hacer, cuando este mes ya debería cerrarse el proceso y aprobarse finalmente el presupuesto para el 2023?
“Es urgente que el Gobierno reevalúe su propuesta de presupuesto para el año 2023. Como enfermeras/os entendemos el complejo escenario económico del país, sin embargo, la mantención o no aumento de presupuesto real en materia de salud es peligroso y un lujo que no se puede permitir, simplemente porque con esto estamos aceptando y asumiendo desde ya, que la salud de los chilenos empeorará”.