Localía. Curicó Unido gestiona e insistirá en ser local en La Granja, aunque un aspecto en el Manual de Clubes lo impide: no estar a más de 150 kilómetros de un aeropuerto. Si no es La Granja, el Curi será local en Rancagua.
CURICÓ. A la espera del manual 2023, en el Manual de Clubes 2022 de la Copa Libertadores, existen tres grandes temáticas que preocupan en Curicó Unido: la exigencia de un aeropuerto comercial a no más de 150 kilómetros del estadio, los lúmenes generales mínimos en la iluminación del recinto deportivo y la capacidad de espectadores del mismo estadio.
Al mediodía del 21 de diciembre próximo será el sorteo de las primeras fases de la Copa Libertadores y Curicó Unido conocerá a su rival, al que deberá enfrentar en juegos de ida y vuelta, primeramente, entre el 21 y 23 de febrero y luego en el partido revancha entre el 28 de febrero y 2 de marzo, aún por definirse también los días y horarios. Curicó Unido arma su plantel 2023 y paralelamente, realiza gestiones para definir en qué estadio será local el equipo en Copa Libertadores, realizando ya el lobby respectivo, consultas y documentándose al respecto.
RUMBO A EL TENIENTE
“La opción más concreta hoy es Rancagua”, reconoció el presidente albirrojo Patricio Romero, quien confirmó que “nos certificaron que los lúmenes del estadio de Rancagua cumplen, al inicio nos dijeron que no cumplían con ese requisito, pero lo ratificaron los dirigentes y sí cumple, así que hay que llegar a un acuerdo con las autoridades de la ciudad y los encargados del estadio si es que queremos jugar ahí”, señaló el mandamás curicano que igualmente ha barajado opciones en Santiago, ya descartándose un estadio que interesaba como Santa Laura.
Al ser consultado sobre las opciones de jugar en Curicó, Romero señala que “los lúmenes es un tema manejable, se paga una multa por no cumplir plenamente con eso, por último, la capacidad también es apta porque en la segunda fase se piden siete mil 500 espectadores de capacidad y se cumple, lo que nos complica es la distancia con el aeropuerto que son 150 kilómetros como máximo”.
El estadio La Granja y el aeropuerto Pudahuel en Santiago están separados por 199 kilómetros, sin poder cumplir con ese requisito señalado en el manual de clubes de la Copa 2022, esperando en todo caso la versión actualizada para 2023. En el punto 4.2.1 sobre la ubicación de los estadios, Conmebol señala que “Los estadios designados por cada club deberán estar ubicados en un eje no superior a 150 km del aeropuerto internacional operativo más cercano, a fin de garantizar que los equipos rivales puedan llegar de forma directa a la sede del partido por vía aérea, ya sea en vuelos comerciales o vuelos chárter. En caso de incumplimiento de cualquier disposición de este punto la Conmebol tendrá facultades para determinar el cambio de local de realización del partido”, señala el documento.
ESPERANZA
Sobre las últimas gestiones para jugar en La Granja, Romero reconoció públicamente que se hará la solicitud de jugar en La Granja, que se solicitará un adelanto del dinero (cerca de 500 mil dólares) que le significará al club jugar esta fase de la Copa y que han buscado asesoría en Pablo Milad, presidente de la ANFP e igualmente dirigente de Conmebol.
“Hicimos algunas consultas y no nos dieron muchas luces, solo nos dijeron que buscáramos primeramente otro estadio”, reconoció además Romero.
El estadio El Teniente de Rancagua es la primera opción para ser locales en la Libertadores en febrero próximo, aunque se insistirá por ser locales en La Granja, donde mucho tendrá que decir Conmebol y el rival que le toque al Curi en el sorteo de diciembre próximo.