En calle Manuel Correa casi al llegar a calle Calama. Días antes, vecinos advirtieron a las respectivas instancias sobre dicha situación. Para muchos, solo era cuestión de tiempo para que ocurriera algo “más extremo”, como lo de ayer.
CURICÓ. A pesar de las múltiples advertencias formuladas por vecinos del sector a las respectivas instancias, a fin de que pudiera ser reparada, durante la tarde de ayer un vehículo quedó literalmente atascado, producto del desprendimiento de una rejilla de aguas lluvia, en la calle Manuel Correa, casi al llegar a calle Calama.
Si bien se trata de una situación que se ha venido reiterando de un tiempo a esta parte, para muchos vecinos solo era cuestión de tiempo para que ocurriera algo “más extremo”, como lo de ayer.
Según información dada a conocer por Carabineros, por el lugar pasó una camioneta, la cual levantó la rejilla. Para desgracia del conductor que venía a continuación, no se percató de aquello, quedando dicho objeto incrustado en la parte inferior de un automóvil, impidiendo que pudiera avanzar hasta su correspondiente destino.
Por suerte, se trató de un hecho donde solo hubo que lamentar daños materiales, pero que perfectamente podría haber terminado con otro desenlace, más aún cuando el conductor afectado, avanzaba por la citada arteria en compañía de su hijo, de tan solo tres años. Carabineros además dio cuenta que se dio curso a una denuncia al Juzgado de Policía local por daños.
TRÁNSITO
A fin de poder asistir al conductor que se vio afectado, personal de Carabineros que acudió al procedimiento optó por interrumpir el tránsito vehicular por la calle Manuel Correa, entre las calles Copiapó y Calama. Se indicó además que dicha situación fue informada a personal de la Dirección de Aseo y Ornato del municipio.
En definitiva, luego que el automóvil fuera retirado con una grúa, la rejilla fue reinstalada, aunque se optó por colocar en el lugar una valla, por lo que el tránsito en aquel punto quedó habilitado en solo una de las dos calzadas.
SOLUCIÓN “DEFINITIVA”
Desde hace varios días que parte de la rejilla, ubicada al nivel de la calzada en dicho punto, se encontraba “desprendida”, por lo que cada vez que un vehículo transitaba, los vecinos escuchaban el respectivo ruido, con las molestias que eso conlleva. De hecho, a la espera de una “solución”, alguien instaló un neumático sobre la rejilla, a fin de evitar, por ejemplo, lo que ayer ocurrió.
Con tales antecedentes, desde la directiva de la junta de vecinos de la Villa General Freire, señalaron ser partidarios de que se pueda generar una especie de “solución definitiva”, con el fin de evitar que cada cierto tiempo se tenga nuevamente que “arreglar” parte de la rejilla que se desprende, debido al importante flujo vehicular que presenta dicha calzada, tanto hacia el oriente como al poniente.