Colaboración. Este trabajo es fruto de un esfuerzo conjunto de distintos académicos de la U. Autónoma en la capital maulina apoyados por colaboradores de la Universidad Católica del Maule, la Universidad de Talca, Universidad Mayor y la Universidad de Antioquía en Colombia.
TALCA. Un estudio liderado por el investigador de la Universidad Autónoma de Chile sede Talca, doctor Luis Morales Quintana, en el que también participan instituciones nacionales y extranjeras, descubrió una sustancia que posee la capacidad de interactuar con moléculas de glifosato, “lo que permite proponerla como una alternativa para la remoción de este contaminante del suelo o cauces de agua contaminados”, indica el académico de la casa de estudios superiores en la capital maulina.
La importancia y trascendencia de este hallazgo radica en que el glifosato, siendo un herbicida de amplio espectro desarrollado para controlar las malezas que compiten o pueden llegar a competir con los cultivos por recursos como la luz, el agua y los nutrientes, está registrado por la Lista de Plaguicidas Altamente Peligrosos como uno de los principios activos que puede causar cáncer, entre otras enfermedades.
“Sin embargo, sigue siendo comercializado y aplicado en campos de nuestro país”, señala Luis Morales, quien es director del Laboratorio de Investigación Multidisciplinario de la Agroindustria de la institución de educación superior en Talca.
El producto herbicida, que ha sido prohibido en países como Alemania y Francia, donde se considera altamente peligroso, también puede ocasionar irritaciones a la piel y oculares, además de mareos, náuseas, problemas respiratorios y aumento de la presión sanguínea. De ahí la importancia de identificar productos alternativos para su uso en la agricultura.
En este contexto, el estudio que muestra la síntesis y caracterización de una nueva resina, utilizando melamina y glioxal, la que permite la adsorción de glifosato desde suelo y agua, podría ser potencialmente útil como adsorbente en aplicaciones que permitan la eliminación de pesticidas del agua contaminada o la preparación de formulaciones de liberación lenta. Además, tiene varias ventajas, como ser insoluble, fácil de manejar, preparar y separar de la solución de prueba.
¿DE QUÉ SE TRATA?
Una resina es una sustancia sólida o de consistencia pastosa, insoluble en el agua, pero soluble en alcohol. Dependiendo de su estructura y de grupos R disponibles se pueden utilizar para absorber o interactuar con otras sustancias de interés. Distintas resinas se han utilizado en investigaciones tanto en las ciencias biomédicas como en aplicaciones agroindustriales.
En este caso, la síntesis de la sustancia, a cargo del doctor Ricardo Castro, también académico de la Universidad Autónoma de Chile, se realizó a partir de una reacción de un solo paso entre melamina y el glioxal, mientras que la estructura y pureza de la resina se confirmó y caracterizó mediante diferentes técnicas tanto en el laboratorio de la Universidad Autónoma de Chile como en el de la Universidad de Talca.
“El producto resultante como toda resina fue insoluble en agua y contiene muchos grupos imina formados por la reacción de condensación entre grupos amina y aldehídos. La inclusión de estos grupos son los que permitieron la interacción con el glifosato secuestrándolo del ambiente en el que se encuentra”, explicó el doctor Luis Morales.
El producto obtenido, además de tener un alto nivel de adsorción, es de muy bajo costo lo que permitiría su producción y comercialización.
“Ejercicios teóricos sobre el tema existen muchos, pero el costo de ellos es mayor. En nuestro caso el costo no es problema. Lo cual nos permite proyectar que sería un excelente candidato para seguir futuros estudios que nos permitan llegar a producir este compuesto a nivel comercial”, subrayó el investigador.
TRABAJO COLABORATIVO
Este trabajo es fruto de un esfuerzo de distintos académicos de la Universidad Autónoma de Chile, sede Talca, tanto de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente, del Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas y del Instituto de Ciencias Biomédicas, todos ellos apoyados por colaboradores de la Universidad Católica del Maule (UCM), la Universidad de Talca (UTalca), Universidad Mayor y la Universidad de Antioquía en Colombia.