Análisis. Académico de la Universidad de Talca, Mario Herrera, analiza resultados de primera vuelta presidencial y escenario para el balotaje del 19 de diciembre.
TALCA. El académico del Centro de Estudios Políticos de la Universidad de Talca, Mario Herrera, estima que el paso a segunda vuelta de José Antonio Kast y Gabriel Boric tiene sentido, por cuanto ambos trataron de buscar el centro político y ser representantes válidos de su sector.
¿Fue aceptable el nivel de participación electoral?
“La participación electoral estuvo dentro de los márgenes que podíamos esperar para una elección nacional; se mantuvo, de hecho, no solo en términos de volumen, un resultado similar al de la primera vuelta del 2017, sino que también en términos de composición”.
Independiente de lo que decían las encuestas, ¿era lógico que Kast y Boric llegaran a segunda vuelta?
“Sí, tenía cierto sentido, pensando que los dos candidatos trataron de buscar el centro político y ser los representantes genuinos de su sector. En el caso de Boric, tenía más disputa, porque tenía más candidatos tratando de disputar el espacio de la centroizquierda, pero aun así logró ser la carta que, en teoría, representaba de mejor forma a su coalición. En el caso de Kast ocurrió un fenómeno parecido; si bien había un candidato que estaba apoyado por los partidos tradicionales de derecha, termina triunfando fuera de la coalición, aún cuando pertenece a otro partido, pero es una figura clave de los últimos treinta años dentro de ese mismo conglomerado, por lo tanto, es un apoyo que no le resultaba tan extraño a los sectores de derecha, ya que estaban votando por un descolgado de su sector”.
¿De qué manera ambos candidatos tendrían que capturar los votos que han quedado “sueltos”?
“Particularmente, hay ciertos traspasos que ocurren más bien de manera mecánica o automática. Uno esperaría que los votos de candidatos, como Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Artés e incluso los de Yasna Provoste, sobre todo los sectores más conservacionistas de centroizquierda, se vayan alineando hacia el candidato Boric; ahora, igual hay que tener en cuenta de que las candidaturas no necesariamente tienen un traspaso directo de votos, ya que hay parte de ellos que se pierden y hay otros que van, en definitiva, a otra candidatura (…) Entonces, no hay un traspaso necesariamente completo de los votos, pero sí hay un efecto mecánico de esos votos; los que son más complejos son los votos de Franco Parisi”.
En sus mensajes ¿En qué deben tener cuidado Kast y Boric?
“La campaña va a estar empujada en dos sentidos, del orden v/s conflicto, que es lo que va a llevar Kast y, por lo tanto, ahí lo que tendría que tener cuidado Boric es de presentar opiniones o propuestas que se enmarquen dentro de la visión de lo que uno pensaría que puede ser el conflicto. Y en el caso de Boric, va a empujar una campaña pro derechos humanos, sacando a colación ciertos aspectos de su programa. Los dos tienen problemas en ese sentido con el programa de primera vuelta, en el caso de Kast, porque era un programa que estaba pensado en un nicho electoral de extrema derecha y que conforme fueran avanzando en las encuestas tuvo que ir moderando su discurso, por lo tanto, su discurso no conversa con el programa. En el caso de Boric, por la incorporación de ciertos elementos del Partido Comunista a su programa y por todas estas contradicciones que tuvo en su momento en materia económica”.
GOBERNABILIDAD
Dado la conformación del futuro parlamento ¿A quién se le complicaría más gobernar?
“Está particularmente complicado para los dos gobernar. Los dos van a ser gobernantes minoritarios si es que no forman alianzas con otras coaliciones, pero es ligeramente más fácil para Kast en el Senado, porque puede alcanzar el 25-25 y en el caso de la Cámara de Diputados se ve igualmente complejo para los dos candidatos, aunque si uno suma los votos de Chile Vamos más los del Partido Republicano, eventualmente, se alcanza por lo menos el tercio para poder vetar ciertos proyectos de ley y se acerca bastante a una mayoría, entonces, hay un espacio de organización con el escaño que obtuvo el Centro Unido con el Partido de la Gente; en ese sentido, puede haber un poco más de gobernabilidad que pensar en la centroizquierda, que está más dividida en distintos partidos políticos”.
¿Qué buscó la gente en esta elección y considerando el resultado que se dio?
“Hay un claro mensaje que no solo se dio en la elección presidencial, sino también en la parlamentaria, de todo lo que engancha este discurso anti establishment, anti partidos políticos, etc. Eso demuestra que, a pesar de todos los obstáculos que pone el sistema electoral proporcional para la presentación de candidatos pro independientes y de pactos-partidos, aún así, lograron obtener escaños, como el Partido de la Gente, y pactos con menor cantidad de candidatos, como el Frente Social Cristiano. Uno podría decir que Kast representa también los últimos treinta años, toda vez que fue diputado por un partido de la coalición de centroderecha, pero en esta oportunidad terminó yendo como candidato por fuera, por tanto, lo que representan los dos es, precisamente, el anti establishment y por algo Yasna Provoste y Sebastián Sichel quedaron fuera de la competencia”.