Deben ser muy pocos los chilenos (as), ya adultos, que no tengan asumido en plenitud el hecho de que somos un país muy sufrido y acostumbrado a dolorosas contingencias y catástrofes naturales y si bien en el exterior se nos alaba nuestra fortaleza y resiliencia, hay épocas en que el destino y la mala suerte parece ensañarse con nosotros.
Dejemos de lado el asunto de la pandemia que es mundial y formamos parte del universo que enfrenta un “sufrimiento común”.
Pero el reciente temporal “veraniego” de más de cinco días fue un golpe brutal en lo humano y social, pues miles de compatriotas vieron casi totalmente destruidas sus viviendas y en muchos otros casos totalmente anegadas y más tarde llenas de barro, con diversos muebles y pertenencias seriamente dañadas.
Y, como si todo eso fuera poco, luego del temporal, agricultores de al menos cuatro regiones se declararon en “estado de catástrofe” debido a las millonarias pérdidas de sus cosechas.
La uva de mesa es uno de los productos más afectados y le siguen los tomates, ciruelas y duraznos. Si bien en el caso de la uva de exportación los precios podrían caer pues tendría que ser liquidada en el mercado local, respecto de las hortalizas se podría ver un alza.
Como era de esperar, el Gobierno declaró emergencia agrícola para la Región del Maule (y también la de O’Higgins) a fin de ayudar a numerosos productores que resultaron seriamente afectados durante el reciente sistema frontal.
“El Estado de Emergencia Agrícola es una medida administrativa, que permite tener un respaldo para ciertas acciones como redestinar recursos hacia otros sectores, flexibilizar fechas, adelantar concursos, focalizar instrumentos, entre otros”, precisó el Intendente Juan Eduardo Prieto, quien solicitó un catastro de los daños.
La máxima autoridad maulina enfatizó que lo más importante es que todos los agricultores afectados completen su encuesta de daños y así se podrá dimensionar el perjuicio y orientarse, respecto a qué tipo de apoyo se les puede entregar a agricultores medianos y chicos que no pertenezcan a Indap (Instituto de Desarrollo Agropecuario).
Por otra parte, es de esperar que en las ferias no se especule con los precios debido al temporal, ya que no sería primera vez que algunos “se suben por el chorro”.
No se trata de ser fatalistas, pero el panorama de estas últimas semanas y días han sido muy crudos y dramáticos, en varios sentidos.