Tanto niños como adultos se empaparon de la magia de esta ya tradicional visita de los camiones luminosos de Coca Cola bajo el eslogan Zero Azúcar, acompañados de música y personajes clásicos de la celebración, donde destacó el Viejito Pascuero, que proviene de San Nicolás, un obispo griego del siglo IV, conocido por su generosidad con los niños y necesitados.
POR MARÍA FRANCISCA GARCÍA BASCUÑÁN
FOTO EDUARDO CORVALÁN MUÑOZ
TALCA. Cientos de personas colmaron las calles del recorrido que este año tuvo la Caravana Navideña de Coca Cola Zero Azúcar, que comenzó minutos antes de las 20 horas, con el posicionamiento de los camiones, en las afueras del Estadio Fiscal Iván Azócar por la Alameda, en donde un escenario y alfombra roja, esperaba a los protagonistas de la noche: Santa Claus, su esposa y sus ayudantes, quienes se presentaron antes de iniciar su ruta y escuchar las palabras del alcalde de Talca, Juan Carlos Díaz, y el gerente de Ventas de la embotelladora, Rodrigo Herrera, quienes con sus palabras dieron inicio formal al evento.
Pasadas las 20:15 comenzaron a tocar las bocinas de los camiones, anunciando la partida de la caravana navideña, entre gritos de niños, saludos y sonrisas de niños, que colmaban las calles, interrumpiendo el tránsito de vehículos mientras seguían su paso, porque mientras avanzaban, los más pequeños junto a sus padres corrían para ver a Santa Claus, quien les saludaba con cariño y alegría.
Luego de salir del estadio, los camiones luminosos tomaron la Avenida Isidoro del Solar para llegar a la Plaza de Armas, donde además había decoración alusiva y feria de emprendedores, para seguir por la calle 1 Oriente hasta la 2 sur y continuar por esa ruta hasta la 11 Oriente y ahí virar al norte hasta la Alameda Bernardo O´Higgins, donde continuó su recorrido hasta el punto de partida, recorrido que estuvo acompañado por miles de personas, que tomaban fotografías, saludaban, gritaban y sonreían de alegría al ver a los ayudantes, a la señora Claus y sobre todo a Santa, que con su cabello blanco y barba blanca se veía radiante y luminoso, al igual que los camiones decorados, llenos de luz y música.