Isabel Arros Acuña: Contribuyendo a mejorar la autoestima de las mujeres

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Tras vivir una depresión post parto, la instructora de yoga tomó cursos en esta disciplina, generando un fuerte cambio en su vida.

-La instructora de yoga posee una larga trayectoria enseñando esta disciplina en diversos sectores de la comuna.

POR CYNTIA LEMUS SOTO
FOTOS PAULINA VILLAR ÁVILA

CURICÓ. Isabel Arros Acuña busca sanar a través del yoga y que las mujeres aprendan a quererse y aceptarse como son, sin importar si son gordas o flacas, morenas o rubias, altas o bajas; sino que amen su esencia.
Lleva 25 años enseñando esta disciplina en distintos grupos en la Corporación Cultural de Curicó y clases particulares de autocuidado en empresas. “Siento que se ha perdido el sentido del yoga en algunos lugares. Hay un claro enfoque hacia la forma en que te ves, más que preocuparnos como nos sentimos internamente”, precisó la docente, quien expresó que es importante progresar hacia una mayor aceptación de uno mismo.
Quienes se inscriben en sus cursos lo hacen por problemas de salud mental, depresión, crisis de pánico o de angustia. “Ellas dicen que entre más practican yoga, se sienten mejor y pueden manejar de mejor forma situaciones complicadas. No todos los días son iguales, lo que queda en evidencia con la cara con que llegan a las clases y yo también he tenido que suspender alguna porque no me siento bien”, enfatizó. Y esta ayuda no solo es para mejorar la autoestima de las participantes de sus talleres, sino que para estas acepten de mejor manera el envejecimiento y el climaterio. “Busco conectar con ellas, hablar temas que les interesan. No se trata solo de practicar ciertas posturas del yoga”, aseveró.

MOVIMIENTO
Para Isabel, es importante que las personas se muevan y realicen actividad física, sobre todo, cuando se encuentran en alguna situación complicada de salud mental. “El yoga tiene posturas definidas y respiraciones adecuadas para cada persona en forma particular. Esto con el fin de sentirnos mejor”, planteó Arros, quien reconoció que son tiempos difíciles para nuestra mente. “Es importante aprender a desconectarnos durante unos minutos y ver el mundo de otra forma”, señaló. De la mano de esto, se encuentra mejorar nuestra alimentación y nuestro círculo social. Esto con el fin de sumar a nuestro entorno personas con buena energía.

INICIOS
Tras vivir una depresión post parto, Isabel descubrió los beneficios del yoga, los cuales hace algunos años eran bastante desconocidos. “Había pocos cursos de yoga accesibles para nuestros bolsillos, por lo que era difícil incorporarse a ellos. De hecho, en un principio pagaba las clases con reciclaje”, indicó Isabel, quien también contó que sus estudios los cursó en la Escuela Chilena de Yoga y Federación Internacional de Yoga. “Si bien mi profesión es educadora de párvulos, tomé este camino por el bienestar mío y el de las mujeres. En la actualidad, tengo dos títulos de profesorado y cuatro de especialidades”, aclaró.

SOLIDARIDAD
Durante este último tiempo, la instructora de yoga se ha volcado a cooperar en campañas solidarias en beneficio de animales abandonados y personas vulnerables. “Esto es parte del yoga. No es solo trabajar en uno, sino que además ayudar a otros seres vivos y personas “, concluyó Arros.

Son varios los grupos de mujeres con los que ha interactuado Isabel, trabajando en una mejor aceptación de nuestro ser.