“Cholito”: amado por estudiantes y comunidad curicana

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Es común ver a este negrito afuera de la sede de la Universidad Católica del Maule (UCM) en calle Prat.

Perrito comunitario llegó de cachorro al centro de la ciudad, siendo cuidado a diario por algunas personas.

POR CYNTIA LEMUS SOTO
FUNDADORA DE FUNDACIÓN PATICORTA
FOTOS PAULINA VILLAR ÁVILA

CURICÓ. A “Cholito” le gusta comer acostado y no cualquier pellet, Pedigree es su preferido. Este debe ir acompañado con un poco de alimento húmedo. En caso contrario, los granitos de pellet pueden permanecer días en el mismo lugar y ser ingeridos por las palomas que pululan por el lugar.

“Cholito” es mañosito, no solo con la comida, sino que también con los otros canes que se pasean por calle Prat, entre Membrillar y Carmen, donde tiene instalada su vivienda. No quiere que se acerquen a su casa y menos, le quiten protagonismo.

Los años no han pasado en vano para este negrito. No solo tiene las mañas propias de un viejito, humano o de cuatro patitas, sino que también tiene algunas dificultades para caminar. Sus huesitos y articulaciones le pasan la cuenta y además, hace algunos meses, sufrió un atropello que le dejó sus secuelas.

También ha sido víctima de la delincuencia. Le han robado su casa, sus platos, mantitas y los bidones donde toma agua. Incluso, en alguna oportunidad, una persona en situación de calle se metió a su casa para dormir.

CARIÑO

Si bien “Cholito” es conocido por un amplio sector de la comunidad curicana y, sobre todo, por los estudiantes que concurren a la sede de la Universidad Católica del Maule (UCM) que se ubica en calle Prat, es alimentado por tres personas, Mariela Barrera, dueña del kiosko ubicado en calle Camilo Henríquez; Hilda Aravena, funcionaria de parquímetros, y una voluntaria de Fundación Paticorta.

En ese sentido, sería bueno que más personas se hicieran parte de este trabajo solidario, pero no todos tienen el tiempo para visitar a “Cholito” y hacerle cariño en su pancita. Le encanta que lo acaricien y lo mimen, como todos los bebés de cuatro patitas.

“Sería bueno que quienes lo conocen puedan colaborar con alimento. No solo Cholito requiere su ración diaria, sino que varios otros perritos que deambulan por el centro de Curicó”, planteó Hilda Aravena, parquímetro que trabaja en calle Prat; y quien arregló la casa en que vive este negrito. Y que es la única que no se han robado y ha permanecido en el tiempo.

“Hace unos años que conozco a Cholito. Es uno de mis regalones, por lo que todos los días lo paso a ver”, dijo Mariela, quien adoptó hace algunos años a Laika, quien también es amiga del negrito.

“Es un poco celoso. No le gusta que le hagan cariño a otros perritos, quiere ser el centro de atención”, añadió.

Quienes deseen colaborar con alimento o sachets para “Cholito”, pueden enviar un mensaje a Fundación Paticorta a través de sus redes sociales, las que se encuentran en Instagram y Facebook.

ADOPCIÓN

Soñamos con encontrar un lindo hogar para este negrito, pero también estamos conscientes que no es tarea fácil ya que le gusta mucho la calle. No obstante esto, tenemos claridad que los años no pasan en vano y que, en algún minuto, no le será fácil desplazarse y salir persiguiendo a otros canes que pasen cerca de su vivienda.

“Me gustaría que Cholito pase sus últimos años en un hogar, no estando expuesto a los peligros que implica la calle”, señaló Mariela.

En tanto, Hilda Aravena expresó que no ve fácil la adaptación de “Cholito” en un hogar. Esto por todos los años que ha vivido en la vía pública.

“Desde cachorro que habita en la calle. La única forma es sacarlo a la fuerza”, concluyó Aravena.