La abogada de la Universidad de Chile detalla el rol de la Superintendencia (SMA) en la fiscalización de instrumentos como las RCA y Normas de Emisión.
Además, confirma el lanzamiento de una estrategia para residuos líquidos y la apertura de una oficina en Curicó para acercar la fiscalización al territorio.
POR JUAN IGNACIO ORTIZ REYES
TALCA. Marie Claude Plumer, superintedenta de Medio Ambiente, estuvo de visita en la Región del Maule. Uno de los objetivos de su periplo fue inaugurar la nueva oficina de Curicó, pero también se dio el tiempo para conversar con Diario La Prensa acerca de las numerosas problemáticas medioambientales que afectan al país y que también se podrían estar generando en nuestra región y que como Superientendencia deben estar fiscalizando para una mejor convivencia y una mejor calidad de vida de todos quienes vivimos bajo el mismo techo maulino.
Marie Claude, ¿cuál es el rol principal que cumple la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) en la institucionalidad ambiental del país?
“La Superintendencia del Medio Ambiente tiene a su cargo la fiscalización y el cumplimiento ambiental de una serie de instrumentos de carácter ambiental. Los más conocidos son las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA), las normas de emisión (como para residuos líquidos o ruido), los planes de descontaminación, y otros, como lo que hoy día nos llama hacer este lanzamiento de la estrategia en materia de residuos líquidos, en ruido, un universo de instrumentos respecto a los cuales la Superintendencia tiene una función que es fiscalización y cumplimiento ambiental.
Enfocándonos en la Región del Maule, ¿cuáles son las problemáticas ambientales principales que la Superintendencia aborda aquí?
“Bueno, efectivamente cada región tiene sus particularidades, hay algunas cuestiones que se van, igualmente se van repitiendo, problemáticas. En el Maule, las problemáticas están asociadas a sus principales sectores productivos: la agroindustria y el saneamiento ambiental. Además, el ruido es una línea importante de demanda hacia la Superintendencia”.
¿Qué tipo de ruido fiscaliza la SMA, ya que es una demanda transversal?
“Las denuncias están principalmente asociadas al sector de esparcimiento. Hablamos de restaurantes, discotecas, y a veces recintos deportivos o religiosos. Sin embargo, la Superintendencia no es competente para problemas de ruido vecinal, ni para el ruido asociado al tránsito vehicular o ferroviario. El ruido yo diría que es una problemática transversal a nivel nacional. Y cuando hablamos de ruido para la Superintendencia, está asociado al volumen de denuncias que recibe anualmente a propósito de la, digamos, convivencia o de las personas que sufren ruido. Principalmente las denuncias están asociadas al sector de esparcimiento, pero sobre todo en una característica de instalaciones no industriales, uno quisiera decir las reglas generales, mucho más el ruido propio de la ciudad y la convivencia diaria”.
¿Y qué otras problemáticas graves tuviéramos acá en el Maule?
“Bueno, lo otro es como lo señalaba, acá hay industria agroindustrial, también saneamientos, que son instalaciones que en su mayoría disponen de permiso ambiental, es decir, de resoluciones de calificación ambiental, que establecieron condiciones para funcionar. La Superintendencia tiene que fiscalizar esas condiciones y tomar una serie de acciones en el caso de que no se estén cumpliendo”.
Usted está en Talca para el lanzamiento de la estrategia sobre residuos líquidos. ¿Por qué es importante focalizar esto en la Región del Maule?
“Bueno, un poco lo que conversamos. Esta estrategia está orientada al cumplimiento ambiental de las normas (Decreto Supremo 90 y 46) en distintos sectores productivos, incluyendo la agroindustria y saneamiento. Está el sector acuícola, que tiene un número importante asociado al cumplimiento de estas normas que es básicamente el decreto supremo 90 y 46, sino que también está el sector agroindustrial y el sector de saneamiento y otros. Y en la Región del Maule, es una región para nosotros importante, los residuos líquidos constituyen un área, una materia que tiene impacto no solamente desde un punto de vista de la unidad fiscalizable o las instalaciones que generan los residuos líquidos por su proceso, sino también tiene impacto comunitario, porque genera a veces temas de olores o afectaciones a cursos de agua. El objetivo de esta estrategia es mejorar el cumplimiento ambiental y de tal manera, por lo tanto, mejorar la calidad de vida de todos y de todas. Los residuos líquidos constituyen una materia que tiene impacto comunitario, ya que puede generar olores o afectar los cursos de agua. El objetivo es mejorar el cumplimiento ambiental y, por lo tanto, la calidad de vida”.
¿Y cuáles son los proyectos ahí que hay en la región?
“Bueno, son muchos. Nosotros, dentro del catastro que la superintendencia tiene hoy día, a nivel nacional, identifica más de 750 instalaciones que hoy día están catastradas en el marco del cumplimiento de estas dos normas. Y uno de los objetivos, no solamente en esta región, sino en las principales regiones donde está focalizado esta estrategia, es ampliar nuestra cobertura, poder identificar mayor cantidad de fuentes que tienen que cumplir, que tienen que ingresar al catastro, que tienen que ingresar al registro y, bueno, hacer el seguimiento de su cumplimiento. Así que uno de los fines es lograr mejor cobertura por parte de la superintendencia”.
Y ahí, ¿ustedes tienen una radiografía, un diagnóstico respecto de nuestra Región del Maule en cuanto a la cantidad referente a otra región y el cumplimiento que se está dando a cabo?
“Es decir, tenemos datos del número de unidades fiscalizables por región que están, digamos, en el catastro. Justamente mayor cantidad de información, más fino, va a ser parte de los objetivos de la estrategia. Claro. Que nos va a permitir ir conociendo, focalizando esfuerzos, conociendo los sectores productivos en sus distinciones, digamos. Porque acá, como decía, hay, por ejemplo, la Región de Los Lagos, preferentemente el sector acuícola que está ahí en el marco de estas normas. En el sector de acá, en el Maule, hay agroindustria y saneamiento, las que llevan el mayor número asociado a lo que un día nosotros identificamos dentro del catastro. Pero, como queremos ampliar cobertura, puede ser que esos datos también se relativicen y aparezcan fuentes que un día no lo estamos mirando. Y que puedan cambiar el perfil que estamos orientando. Es parte de lo que queremos lograr y parte de los desafíos que esta estrategia se ha, digamos, identificado como objetivo”.
El sector forestal es muy relevante en la región. ¿Es un foco de fiscalización para ustedes?
“El sector forestal, por regla general, no es un sector que la Superintendencia fiscalice directamente. Esto se debe a que, dadas las exigencias reglamentarias, los proyectos forestales ingresados al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental son bastante menores, salvo que dispongan de una Resolución de Calificación Ambiental, que también los proyectos forestales ingresados al sistema de resolución de impacto ambiental son bastante menor, incluso quizás contados con una mano. No es, por reglas en general, dadas las condiciones y exigencias reglamentarias, no ingresa en forma recurrente al sistema de resolución de impacto ambiental por una condición de exigencia regulatoria”.
¿Acá en el Maule estaba solo en Talca hoy día?
“Hoy día la oficina regional sólo está en Talca, como la mayoría de nuestras oficinas regionales. Todas nuestras oficinas regionales, con su jefatura, están en la capital de las regiones. Son oficinas pequeñas, desde un punto de vista del número de funcionarios que están allí, pero los territorios son importantes y amplios. Y con diversidades problemáticas y complejidades. Por lo tanto, la presencia en los territorios para nosotros es fundamental”.
Para estar más cerca del territorio, la SMA abrirá una nueva oficina en el Maule. ¿Dónde estará ubicada y por qué se elige esa comuna?
“Esto es una estrategia, yo diría que hemos tratado como Superintendencia del Medio Ambiente, de ampliar nuestra presencia. Sobre todo, con una característica que es ir al territorio. Hoy en día, la oficina regional está solo en Talca. La estrategia es ampliar nuestra presencia, por lo que tendremos una delegación con un fiscalizador en Curicó. Curicó fue elegida porque es una provincia muy amplia y con una importancia productiva que hace necesaria esta presencia. Esto permite una respuesta más rápida y directa con las comunidades. Tener un fiscalizador allá, permite una relación mucho más directa con las propias comunidades o personas que a veces se acercan y buscan orientación, como también la posibilidad más rápida de poder hacer una intervención. Por ejemplo, una fiscalización que, si se parte de Talca, se coordina probablemente, ya el viaje es cerca de dos horas, la planificación, genera entonces un impacto al menos de oportunidad que es importante”.
¿Y la fiscalización de Talca hacia el sur le va a seguir correspondiendo a Talca? ¿Curicó solo se va a situar en la Provincia de Curicó?
“Claro, la delegación va a estar en Curicó con un funcionario fiscalizador. La oficina regional cumple el rol respecto de todo el territorio con el apoyo a nivel central cuando corresponde, a través de los mecanismos que disponemos como servicio. Pero ciertamente la oficina va a estar siempre encargada de todo el territorio y de la coordinación también con ese fiscalizador en Curicó. Es decir, no es que ese fiscalizador quede abandonado en el territorio, hay una relación permanente de coordinación y de trabajo y de planificación”.
¿Pero para el resto del Maule sigue siendo Talca?
“La oficina, claro, la oficina con sus funcionarios, sí”.
¿La problemática del cambio climático está ligada al rol fiscalizador de la Superintendencia?
“Sí, el cambio climático es parte esencial de las problemáticas. Sin embargo, la Superintendencia tiene un rol muy específico: fiscalizar los instrumentos que ya existen (normas, RCAs, etc.). La SMA interviene una vez que se tiene el permiso o se dicta la norma, pero no genera política ambiental ni la norma ambiental. El cumplimiento ambiental, no obstante, es fundamental para mejorar la calidad de nuestras condiciones de vida”.



