Imputado fue agredido por un vecino con una pala y está acusado de reaccionar desproporcionadamente.
POR JUAN SEBASTIÁN COFRÉ FLORES
FOTOS RICARDO WEBER FUENTES
CURICÓ. Los hechos se remontan al domingo 7 de septiembre pasado, cuando el técnico en enfermería Claudio Bravo, de 37 años, estaba lavando su automóvil en el antejardín de su casa en la Población Curicó.
Según su relato, un vecino que tiene un taller mecánico en el sector lo increpó y luego lo atacó con una pala, por lo que se defendió, argumentando una legítima defensa. Ambos han tenido problemas anteriores porque la presunta víctima denuncia que su contraparte ha rayado vehículos estacionados, lo que ha sido negado por el aludido.
En la jornada de ayer se revisó su prisión preventiva, oportunidad en la que el Tribunal de Garantía mantuvo la medida cautelar por considerar al joven profesional como un peligro para la seguridad de la sociedad y de la víctima, entre otros argumentos.
La decisión judicial fue rechazada por el abogado defensor, Julio Herrera, quien la calificó de errada, pues su defendido fue, a su juicio, el agredido en un primer término.
En contacto con diario La Prensa, el profesional afirmó que esa decisión marca un negativo precedente. “Cualquier ciudadano que es agredido en la cabeza tiene el derecho a defenderse y a quitarle la pala y donde hubo resistencia de mi representado… a él da muchos golpes”, apuntó.
Julio Herrera puntualizó que se estaría ante una clara legítima defensa, donde hay un informe de la PDI que el acusado reaccionó a un ataque. “Hay una agresión ilegítima y hay falta de provocación suficiente, o sea, nada justifica lo que hizo la víctima de ir a un domicilio a agarrar a palazos a una persona, a tratar de matarla, me parece insólito este caso”, aseguró.
Por tal motivo, anunció que presentará un recurso de amparo y que no descarta llegar hasta la Corte Suprema.
PIDEN JUSTICIA
Hasta el Tribunal de Garantía de Curicó llegaron seres queridos de Claudio Bravo, quienes con pancartas trataron de llamar a atención de la comunidad, pues consideran muy injusta la situación que están viviendo como familia.
Carlos Bravo, hermano del imputado, lamentó el trabajo que ha hecho la justicia en este caso, pues ahora nadie se puede defender, por ejemplo, de alguien que irrumpa en un inmueble.
“Lo van a atacar a la misma casa, le pegan adentro, con una pala en la cabeza y, más encima, la Fiscalía avala eso”, sostuvo.
Agregó que con ese tipo de decisiones judiciales la gente se siente más desprotegida. “Si me van a asaltar a la casa o a hacer un portonazo, voy a tener que entregar todo, o sea, tendré que abrirle la puerta a los delincuentes. Siento que están equivocados y está dejando detenida a una persona que es inocente y después alegan que las cárceles están saturadas”.


























