“Tengo 5 mil camisetas y las copas más importantes que ha ganado Chile”

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Otras de las joyas son las camisetas mundialistas de Juan Machuca, en Alemania 1974; Héctor “Kunta” Cabello, en el Mundial Juvenil Chile 1987; y Javier Margas, en Francia 1998.

Usted que va a la Feria del Libro del Deporte del Maule debe pasar por la tienda de José Marino, hincha fanático de Unión Española. Ahí encontrará camisetas originales, chapitas, póster y hasta bufandas de su club favorito.

“Tenemos bufandas tejidas, banderines, pines y gorros de Rangers, por ejemplo, tengo más que la propia tienda de Rangers”, señala en el caluroso mediodía talquino.

POR JUAN IGNACIO ORTIZ REYES
FOTOS CARLOS ALARCÓN DUARTE

TALCA. La ciudad vive la fiebre del fútbol con el Mundial Juvenil, y aprovechando la coyuntura, un rincón especial se ha instalado para rendir homenaje a la historia deportiva. Se trata de la muestra de la Feria del Libro del Deporte del Maule y en ella nos encontramos con José Marino, un coleccionista con más de 35 años de trayectoria que ha logrado reunir un acervo que supera las 5.000 camisetas y réplicas exactas de los trofeos más codiciados del continente. Para él, esta no es solo una muestra de objetos: es una misión para reivindicar los éxitos del deporte chileno. “Porque algo hemos ganado”, dijo.

José, ¿cuál es el propósito de llevar una colección tan vasta a regiones como Talca, más allá de la coincidencia del Mundial Juvenil?

“El Mundial fue la excusa perfecta, la ‘chiva’ (sonríe). Pero el propósito de fondo es entregar cultura y memoria. En Chile somos bien ‘chaqueteros’, nos fijamos en los defectos de nuestros deportistas y no destacamos sus logros. La gente necesita ver, tocar (metafóricamente) la medalla de oro de Francisca Crovetto (primer lugar en el tiro skeet de París 2024) en las Olimpiadas o recordar el oro de Nicolás Massú y Fernando González. No tengo las medallas originales, pero muestro reediciones para que esos momentos no se olviden. Queremos que el público aprecie que, aunque nos cueste reconocerlo, sí hemos ganado cosas importantes”.

La joya de su colección que más llama la atención son las réplicas de las copas. ¿Cómo logró conseguir la Copa América, la Libertadores y la Sudamericana a tamaño real?

“Fue una gran inversión, pero valió la pena. Pude contactar a los mismos talleres que hacen la obra original para las confederaciones. Es decir, son réplicas exactas, con los mismos materiales y detalles. La gente que viene se queda impresionada porque es lo más cercano a ver la copa que le entregan a un campeón. Además, tengo la Copa Chile y la del Campeonato Banco Estado, que son parte fundamental de nuestra historia local. La idea era crear un museo donde el público pudiera tener una experiencia inmersiva con el deporte”.

¿Cómo pasa uno de ser un hincha a tener una colección que hoy se valora en altas cifras?

“Es una pasión que partió hace más de 35 años. Yo partí siendo hincha de Unión Española y quería camisetas de mi equipo. En ese tiempo, el fútbol chileno nunca valoró esto. Contacté a un árbitro antiguo y le pregunté por camisetas de la Unión. Me dijo: ‘Te las vendo, pero tienes que llevarte todo el lote’. Yo, siendo estudiante, pensé: ¿Tendré para pagar 20 o 40 camisetas? Cuando me dijo que me las dejaba por $40.000 (hace 20 años), me las llevé de inmediato”.

¿Y cuál era la sorpresa en esos lotes que conseguía tan barato?

“Ahí estaba la magia. Yo iba por la de Unión, pero en el lote venía una de (José Luis) Chilavert usada en una Copa América, una de Elías Figueroa o una camiseta de un jugador de la selección. Eran verdaderas joyas mezcladas con las más comunes. La gente no tenía el ojo, no sabía el valor histórico que tenían. Así llegué a acumular las 5.000 camisetas. Hoy ese mercado cambió y los precios son muy altos, por eso ahora me fijo en otros objetos, como un tazón o un banderín histórico”.

Mencionaste tener camisetas de Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Claudio Bravo. ¿Cómo logra conseguirse reliquias de jugadores activos y leyendas?

“Todo se basa en las relaciones. Llevo décadas en esto, así que tengo una gran red de contactos: amigos de jugadores, hijos de árbitros antiguos que heredaron la pasión y hasta utileros que me ayudan a conseguir cosas únicas. No es solo comprar, sino también el intercambio. He tenido la suerte de cambiar cosas menos llamativas por una camiseta de Pelé o una de Maradona. Cosas de alto nivel que de otra forma serían imposibles. Tengo camisetas de Alexis usadas en el Mundial y la Copa Confederaciones, por ejemplo”.

¿Y qué hay de los gestos? ¿En todo este tiempo, le han regalado algún objeto por el valor de su afición?

“Es una pregunta divertida. En 35 años, ¡solo me han regalado dos camisetas! Una de Gonzalo Villagra, un noble gesto de su parte. Él me regaló una manga larga de Unión que sabía que no usaría porque siempre jugaba con manga corta por cábala. La otra fue de Marcelo Díaz en España. Fui a saludarlo al entrenamiento del Celta de Vigo y le conté que era hincha. Pensé que lo diría por compromiso, pero al día siguiente me esperó con una camiseta. Son las únicas dos que no he comprado o conseguido por canje. Todo lo demás es fruto de la inversión y la perseverancia”.

Su colección ya no es solo de fútbol. ¿Qué otras figuras del deporte chileno han logrado incluir?

“Quise ampliar la colección para mostrar que Chile también tiene héroes en otras disciplinas. Por eso tengo una raqueta de Nicolás Massú o una polera de Fernando González. Pero el objeto más especial fuera del fútbol es una raqueta que usó el ‘Chino’ Ríos en el momento en que se convirtió en el número uno del mundo. También tengo guantes de boxeo de Martín Vargas. La idea es que la gente vea que el coleccionismo no tiene límites”.

Finalmente, ¿hay espacio para el merchandising local y el hincha “sufrido”? Mencionó que tiene más productos de Rangers en su tienda de Santiago que en Talca…

“¡Claro! Eso es fundamental. Como hincha de un equipo que sufre (Unión Española), sé lo que es la escasez de productos. El merchandising oficial solo lo hacen para la U, Colo Colo y la Católica. Los demás sufrimos. Por eso, mi tienda (física y en redes) se enfoca en hacer productos de buena calidad para los equipos modestos. Tenemos bufandas tejidas, banderines, pines y gorros de Rangers, por ejemplo. Busco recuperar esa cultura de salir del estadio y encontrar un banderín con el rostro del jugador, algo que se ha perdido. Es una tienda chica que está empezando, pero lo hace con la pasión del que sabe lo que es ser un hincha que lo busca todo. Tengo una tienda en Santiago en el Metro Manquehue y también puedo despachar a provincias”.