Sobre el citado reconocimiento que recibió hace tan solo algunas semanas, el muralista y artista visual, indicó que no lo toma como una condecoración en particular hacia su persona, sino que a la historia que representa “un movimiento, un estilo, una identidad”.
POR CARLOS ARIAS MORA
FOTOS MANUEL ESPINOZA ÁVILA
CURICÓ. En el contexto de la inauguración del Parque Cuenca Andina, divisamos entre los invitados al muralista y artista visual, Alejandro González, quien hace tan solo algunas semanas fue reconocido con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2025. Nos acercamos a él, accediendo a referirse tanto a tal distinción como a otros temas.
“Tengo 78 años, significa que llevo como 60 años, más menos, trabajando, pintando. Yo salí de Curicó a Santiago cuando tenía 11, 12 años. Ahora estamos cerrando ciclos, son muchos años de porfía y esfuerzo, es un reconocimiento nacional”, nos indica de entrada uno de los fundadores de la Brigada Ramona Parra. “Hay personas que se ganan un premio y dicen ‘hasta aquí llegamos’, como si fuera el tope, la cúspide. Yo no lo veo así, aquí es donde empezamos. Eso es lo importante y hay que entenderlo así”, acota.
MOVIMIENTO
Agregó González que el aludido premio no solo implica, en lo particular, un reconocimiento a su persona, sino que a la historia que representa “un movimiento, un estilo, una identidad”. “Entender que detrás de esto hay un arte urbano, que se ha ido gestando en las calles de Chile, un arte que es democrático, es participativo”, recalca.
Por estos días, González señala que ha estado yendo a las universidades, para sostener diálogos, que ha reflexionado mucho y que le gustaría poder escribir libros. También ha estado recorriendo el mundo. De hecho, esta semana iniciaría un viaje a Estados Unidos.
Pensando en lo que ha sido su vida, González manifestó la importancia de poder descubrir a niños o jóvenes “con talentos, con virtudes”, sobre todo de regiones, para así “desarrollarlos y potenciarlos”.
AUSENCIA DE ESPACIOS
“Es muy importante una cosa, no hay lugar donde exponer en Curicó, o sea, una sala o un lugar donde se pueda llegar y colgar los cuadros”, asegura.
Pero hay espacios de algunas universidades…
“Es muy posible que la Universidad de Talca exponga y que la Universidad de Talca lleve la exposición a Curicó”.
Entonces usted siente que Curicó debería tener más espacios para exponer…
“Pero no para mí o para recibir a otros artistas, sino que para mostrar lo que hace la propia gente de ahí”.
VÍNCULO
Usted nació en Curicó y nos contó que de muy pequeño se fue a Santiago ¿Cuál es el vínculo que sigue teniendo con Curicó?
“Por lo menos voy una vez al año a Curicó. Tengo una hermana que vive en Curicó, mis padres están enterrados en Curicó”.
Recuerdo que usted hizo un mural en la Casa de la Juventud…
“Ese fue un taller que hicimos con grafiteros y muralistas de Curicó, donde pintamos entre todos. En el fondo ahí fui el director de la orquesta”.
Ahora con el reconocimiento que recibió, quizás debería haber un mural suyo en alguna parte de Curicó…
“Puede ser, pero podríamos hacer un encuentro, un conversatorio. Mira, algo tan sencillo y simple de hacer, que yo propongo, es ir algún día a Curicó y que nos juntemos con todos los jóvenes, con los estudiantes y conversemos”.
Esa propuesta se la deberían hacer, por ejemplo, desde la Corporación Cultural…
“Claro, tener contacto, vínculos con la Corporación Cultural, no digo que no los tengo, me han escrito ahora. Es importante para los curicanos, lo digo sin chovinismo, contar como una persona que viene de una población, hijo de obreros, con mucho esfuerzo y estudios, ha podido recorrer el mundo. Hemos pintado en otros países, como en Italia, Nápoles, hemos pintado iglesias, estamos con proyectos, estamos ahora haciendo un mural muy grande para el aeropuerto (de Santiago). Terminamos recién en Rancagua un tremendo mural de 20 metros de altura en la Fiscalía. Muchas obras”.
Usted no ha parado…
“No podemos parar, porque se nos va la vida. Pero además estamos en este periodo de madurez que se nos abrieron algunas puertas para hacer cosas mayores”.
Por todo lo que me ha dicho, pienso que usted debería ser nombrado Hijo Ilustre de Curicó. Por qué no, tiene merecimientos de sobra…
“Es super importante tener en claro que cualquiera de estos premios o lo que usted dice, no son como cosas que uno quisiera o luchara para llegar a eso. Eso debe ser una consecuencia de algo. Y eso es una lección para los jóvenes, hay que trabajar, ser porfiado, construir, armar, crear, hacer su propio estilo. La principal meta es que a la hora de crear, seamos sinceros”.