¿Qué fue de tu vida Jonathan “Mariachi” Núñez?

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En Talca y Curicó, lo conocen y muy bien. Se trata de un jugador que dejó una huella memorable, en los eternos seguidores de la redonda.

POR HÉCTOR ORELLANA ABACA

TALCA. Es una característica especial que en las páginas ya escritas y que serán parte de un recuerdo grato en las históricas ediciones de diario La Prensa, hay factores comunes: garra, esfuerzo, coraje, resiliencia y sobre todo, “creerse” el cuento para triunfar y lograr objetivo a pesar de los obstáculos, aunque la nube negra estuviera encima.

Jonathan Núñez, no es la excepción. Cuando muchos le reparaban su estatura, trabajó con más ganas que nunca, porque había una convicción de fondo a la cual no se podía defraudar. Al contrario, mientras más estrecho era el camino, el desafío interior era superior y a esa certeza respondió con grandeza y se instaló en un escenario que lo hizo feliz, donde cumplió todas sus metas y que la realidad fue inmensamente superior a lo que un día soñaba.

En Talca y Curicó, lo conocen y muy bien. Es el “Mariachi” Núñez, el gran jugador que dejó una huella memorable en los eternos seguidores de la redonda, que nos apasiona y emociona, sobre cualquier limitante de tiempo y espacio.

¿Por qué el “Mariachi”?

“Ese apodo se lo debo a mi padre, que ni siquiera sabe del origen, le dijeron toda la vida así. A los ocho años llegué a Talca, desde Los Álamos, que queda ahí en Cipreses y en la Escuela de Fútbol de Rangers me encontré con Onofre Oteiza, el técnico, que conocía a mi papá y me comenzó a decir ‘Mariachi’, ciertamente que me llena de orgullo, porque mi padre, que hoy, ya colgó los botines, es sin duda uno de los mejores jugadores en la historia del fútbol amateur de Talca. Cristian Núñez, como se llama, era extraordinario para el fútbol, en principio puntero derecho y después un 10 creador, habilidoso, talentoso, sencillamente notable. Por ello, ser el ‘Mariachi chico’, me llena de alegría, ya que es un apodo cariñoso, nunca despectivo y todos me conocen así. Por tanto, feliz por eso”.

¿Cómo comienza su historia en el fútbol?

“Desde Los Álamos, llegamos a Talca, en 1996. De inmediato me inscribieron en la Escuela de Fútbol de Rangers, donde estuve un tiempo, luego me fui al Talca National, en la peneca que participaba en la Villa San Agustín y volví a Rangers, para jugar en la serie C y posteriormente en la serie B del 18 de Septiembre, donde incluso debuté con 16 años en la serie de Honor y de ahí de nuevo a Rangers, pero ya en cadetes, con lo cual se inicia un proceso especial que marca mis primeros pasos al fútbol profesional”.

¿Y cómo se llega al fútbol profesional?

“Llegando a Rangers, de nuevo, estuve en los juveniles, donde jugué muy pocos partidos hasta llegar al primer equipo el 2004 y Gerardo Reinoso me hizo debutar en un partido ante Palestino en Primera División, donde empatamos 2-2. Fue inolvidable, ya que mi estatura era una complicación para muchos, no para la ‘Vieja’ Reinoso que después me lo dijo que un poco se reflejaba en mí, ya que él también es bajo de estatura, pero fue un gran jugador. Tras ese episodio donde logré jugar profesionalmente no me bajé nunca más del carro de mis sueños”.

¿Y qué viene después?

“Permanecí en el plantel de Rangers hasta el 2006, el 2007 jugué en Palestino, 2008 en Curicó Unido, 2009 y 2010 otra vez en Rangers, 2011 en Magallanes, 2012 en Santiago Morning desde el 2023 al 2017 en Puerto Montt y el 2018 termino en Copiapó. Luego de 15 años jugando profesionalmente decido mi retiro a los 33 años. Fue una determinación propia, no dolorosa, me costaba mucho recuperarme de las lesiones, jugué muchos años en pasto sintético y ya se complicaba más que disfrutar de jugar al fútbol”.

¿Sus principales logros?

“El 2008 el ascenso con Curicó Unido, 2011 subcampeón de Copa Chile tras perder la final ante Universidad Católica, 2015 campeón de la Segunda División profesional con Puerto Montt. Allí jugando en la B estuvimos a punto de subir a Primera, perdimos la final de la liguilla con Everton, hubiera sido algo histórico”.

¿Qué le dejó el fútbol?

“Me dejó lindas amistades. Uno de mis mejores amigos del fútbol y la vida, Ignacio Oróstegui, con quien aún sigo jugando en el 18 de Septiembre a nivel amateurs. Luego de un comienzo pedregoso, y muy sacrificado me deja la lección que en la vida todo su puede, La satisfacción de haber tenido grandes técnicos como Gerardo Reinoso, Óscar del Solar, Osvaldo Hurtado, Jaime Pizarro, Jorge Aravena, Luis Musrri, Luis Marcoleta y Ricardo Lunari, entre otros. Me dejó una linda familia, mi esposa Macarena a quien conocí cuando jugué en Curicó y mi hija Isidora, que son mis tesoros y el eje de mi vida”.

¿Usted jugó en Rangers y Curicó dos equipos que no llevan mucho?

“Sí, al principio pensé que iba a ser más complejo y difícil. Que la gente de Curicó no me recibiría de buena forma, pero al contrario todo fue bueno. Subimos a primera, jugué solo una temporada. Hasta el día de hoy hay gente que me recuerda y que me saludan con mucho cariño, cuando voy a la casa de mis suegros. Es gente muy cariñosa y amable que me respetan y a quienes también respeto mucho. Ciertamente que no puedo comparar un año a estar relacionado toda una vida con Rangers. Confío en que ya luego van a subir. Conozco mucho al profe Erwin Durán, un técnico que se gana la confianza del jugador y que ha logrado cosas en todos los clubes en que ha estado: Fernández Vial, Puerto Montt, Copiapó, Serena e incluso Limache, cuando nadie creía en esa institución”.

¿Cuál es su presente “Mariachi”?

“Paralelamente a jugar al fútbol, en mis últimos años de carrera estudié y en 2018 me titulé de Ingeniero en Prevención de Riesgos. En 2019 ingresé a trabajar a Productos Fernández (PF), una gran empresa futbolera por esencia. Soy el entrenador de la Escuela de Fútbol donde participan hijos nietos, sobrinos de los funcionarios y niños del entorno donde está la planta. El año pasado fuimos campeones regionales de la Copa PF, ya han salido niños buenos para el fútbol. Tengo un buen trabajo, estabilidad laboral económica y emocional con mi familia. En definitiva, soy muy feliz, ya que cumplí mis sueños. Cuando veo fotografías o videos de mi carrera, me da un poquito de nostalgia, pero la tranquilidad que nada quedó pendiente”.

Un agrado conversar con el “Mariachi”, que ya lejos de los aplausos del domingo, se mantiene vigente en la vida y lleno de sanos propósitos y objetivos.

Finalmente nos comentó que la señora María, que vive en Curicó, abuelita de su esposa Macarena, es suscriptora de diario La Prensa, y seguramente se sentirá muy feliz de leer esta entrevista a un verdadero crack.