Curicó es el epicentro de esta fiesta deportiva entre el 24 y el 30 de agosto. El Instituto San Martín es la sede de las disciplinas de Gimnasia Rítmica y Básquetbol.
CURICÓ. Con una ceremonia especial llevada a cabo el pasado domingo, en el Instituto San Martín, se dio el vamos definitivo a la versión 31 de los Juegos Nacionales Femeninos Maristas.
En esta oportunidad, el ISM es la sede de las disciplinas de Gimnasia Rítmica y Básquetbol.
En tanto que Rancagua recibe a las estudiantes que compiten en Vóleibol y Atletismo.
DELEGACIONES
En esta edición 2025 participan: Instituto San Martín de Curicó, Instituto O’Higgins de Rancagua, Instituto Alonso de Ercilla de Santiago, Colegio Champagnat de Villa Alemana, Instituto Rafael Ariztía de Quillota, Colegio Las Compañías Nuestra Señora de Andacollo de La Serena, Colegio Marcelino Champagnat de La Pintana, Instituto Santa María de Limache, Instituto San Fernando, Colegio Hermano Fernando de Alto Hospicio e Instituto Chacabuco de Los Andes.
“HABILIDADES PARA LA VIDA”
La rectora del ISM, Jessica Torres, en su discurso de bienvenida señaló que “para todos esto es una fiesta, donde estamos todos: el Centro de Estudiantes, el Centro de Madres y Padres, nuestros profesores, del Colegio y los que han venido”.
Dijo también que “esta es una fiesta en que ya están ganando”, por las habilidades que se adquieren al hacerse parte de este tipo de competencias y se refirió a lo importante que significa levantarse siempre después de caer, simbolizado ello en los entrenamientos.
“Resolvimos conflictos en momentos difíciles, por ejemplo, cuando estamos perdiendo el partido y tenemos que darle un vuelco para poder ganar”, agregó la rectora y señaló también que en el perder también las deportistas se pueden sentir ganadoras, “porque diste lo mejor de ti y porque viniste a Curicó a ganar experiencia que te va a servir en la vida, donde no solo necesitamos conocimiento, sino también habilidades blandas, habilidades para la vida”.
Por último, entregó un especial agradecimiento a las familias que recibieron a las deportistas por una semana en sus casas.
FAMILIA GRANDE
También entregó su saludo a los presentes la delegada de Misión en Chile, Marcela Hormazábal, quien también señaló que este encuentro se trata de “una fiesta de una familia muy grande”.
Destacó el hecho que en la Red de Colegios Maristas se realicen permanentemente encuentros sectoriales, no solo de deportes, sino también de arte, cultura, lenguaje, ciencias, entre otros.
También agradeció a las familias que recibieron a las deportistas en sus casas, tanto en Rancagua como en Curicó, ya que ello se constituye en el contexto de un trabajo de equipo.
“El día viernes, cuando se entreguen las copas, todos seremos campeones, los que organizamos, las deportistas que vinieron a participar y a vivir una experiencia que les va a dejar amigos, conocimiento de otro lugar, de otra cultura, porque Chile es diverso y los colegios son distintos”, agregó la delegada de Misión.
En la oportunidad, contó una historia donde lo esencial es el valor de la superación, más que el ganar. “Si cuando se vayan sienten que han avanzado un poquito más, ya deben sentirse ganadoras”.
Por último, agradeció a Patricia Mozó e Ismael Valencia “por el gran trabajo que han realizado, a nivel nacional, para que estos juegos puedan desarrollarse de la mejor forma”, concluyó.