Texto ha estado en los primeros lugares de venta a nivel nacional, en la categoría No Ficción, llegando incluso, hace algunos días atrás, a encabezar dicha lista.
POR CARLOS ARIAS MORA
CURICÓ. Tras su salida, el libro del abogado curicano, Carlos Gajardo Pinto, “Somos Tontos hasta las Doce. Corrupción en Chile” (Editorial Aguilar), ha estado en los primeros lugares de venta a nivel nacional, en la categoría No Ficción, llegando incluso, hace algunos días atrás, a encabezar dicha lista. Nos cuenta el otrora fiscal que si bien no se trata de su primera incursión en tal ámbito, su anterior libro tenía más bien un tinte “académico”. “Este libro está más bien pensado para el ciudadano común”, nos recalca. “Pensé que el libro iba a generar cierto interés de ser leído, pero nunca me imaginé que iba a estar en el puesto número uno de los libros más vendidos. Por supuesto que eso me pone muy contento, da cuenta de que el tema de cómo funciona el sistema de justicia es algo que a la gente le importa”, acota.
NOMBRE
El nombre del texto hace alusión a una frase que el propio abogado formuló durante la audiencia de formalización del denominado Caso Penta. “En esa audiencia, la defensa se esmeraba en intentar hacer creer que los controladores del grupo no estaban enterados de las irregularidades que ocurrían al interior de él. Entonces para ejemplificar que eso era difícil de creer, cité esta frase que es muy usada en el campo, de que solo somos tontos hasta las 12 y que después de esa hora, dejamos de ser tontos. Justo en ese momento, miré el reloj que estaba en la pared, y la hora marcaba las 12:05, obviamente rematé diciéndole al juez, ya no somos tontos a esta hora”, subrayó.
CARRERA
¿En términos generales, de qué se trata su libro?
“El libro es una crónica de mi carrera profesional en la Fiscalía, de hecho el primer capítulo del libro se llama ‘Curicano de Curicó’, donde hago una reseña biográfica y de ahí en adelante voy contando lo que fue mi trayectoria en el Ministerio Público durante 17 años, que partió en la Fiscalía de Molina y luego en Curicó. Y después la llegada a Santiago, con los casos más importantes, que los voy contando, como el caso de María del Pilar Pérez, conocida como ‘La Quintrala’ y luego los casos de corrupción, por ejemplo, el caso Penta, SQM y Corpesca. Parte de esos hechos son bien conocidos, pero también parte de ellos no. Voy contando la trama oculta que existió, reuniones, conversaciones que desembocaron finalmente con mi renuncia al Ministerio Público, en enero del 2018, cuando, el fiscal Manuel Guerra toma la decisión de suspender investigaciones políticas. Y todo eso con la lectura de lo que se sabe después, que son las conversaciones que tenía Manuel Guerra con el abogado Luis Hermosilla, en el cual planean la manera de terminar los casos y de sacarnos a nosotros de esas investigaciones”.
Se está entonces ante un texto que es parte biográfico y que además, reflexiona sobre cómo es el sistema judicial…
“Claro, sobre todo con las investigaciones políticas, hacemos ciertas reflexiones que tienen que ver con cómo buscar mecanismos para que el sistema funcione mejor. Permitir o buscar que haya más autonomía o independencia de la Fiscalía y de los tribunales, y otra serie de modificaciones que apuntan en ese sentido. La corrupción no es algo que suceda de manera espontánea, sino que aprovecha las debilidades institucionales, independiente del color político, para sacar provecho personal de los bienes que son de todos.
A partir de la experiencia que tuve en estos 17 años en la Fiscalía, el sentido final de este libro es poder aportar fórmulas para que el sistema judicial funcione mejor, y sobre todo, que recupere la confianza de la ciudadanía”.
Y eso a su juicio ¿estima que es algo utópico?
“Yo creo que se puede hacer, porque en otros países funciona. Un gran descubrimiento para mí fue darme cuenta que hay muchos países donde la gente sí confía en sus sistemas de justicia. Hay países donde el 80% de las personas señalan que confían en su sistema de justicia, versus Chile, donde solo el 15% de las personas lo dice. Yo creo que la fórmula está en que las instituciones a cargo de impartir justicia tengan la suficiente independencia y autonomía, que no estén cooptadas finalmente por el mundo político y mirando al mundo político para tomar decisiones”.
¿En su libro aborda el tema de los tiempos que transcurren en las causas? Se lo consulto, porque es algo que se comenta mucho, que en general transcurre demasiado tiempo para que la justicia reaccione o tome decisiones…
“Hacemos una reflexión con una frase que es muy valiosa: ‘cuando el tiempo pasa, la verdad huye’. A medida que pasa el tiempo, la justicia se va haciendo cada vez más ilusoria”.
FACTOR
Curiosamente, cuenta el propio abogado, “Somos Tontos hasta las Doce”, se trata de un libro que casi no sale a la luz pública. “La verdad que durante harto tiempo el editor me anduvo persiguiendo. Yo para escribir este libro tantas ganas no tenía, pero me insistió y me insistió. Yo creo que lo que fue decisivo fue cuando se conocieron los WhatsApp de (Luis) Hermosilla con Manuel Guerra, donde nos trataban a nosotros de santones, y de intentar contar de otra manera lo que había sucedido”.
Si bien usted dice que no tenía muchas ganas de escribir este libro, con el éxito que ha tenido ¿No se le abre el apetito por seguir escribiendo?
“(Risas) Estoy recién disfrutando este momento. Ya hemos hecho varias firmas de libros, lanzamientos, la gente ha sido muy amable, han repletado los lugares en los que se han hecho estas actividades. La gente ha expresado su esperanza de que un sistema de justicia que funcione mejor es posible. Es reconfortante sentir eso. El futuro, quién lo conoce, pero seguramente que a partir de esto van a venir más libros a futuro”
¿Hay planes de lanzar el libro acá en Curicó?
“Sí, vamos a hacer un lanzamiento en Curicó, con la Corporación Cultural de Curicó, el 6 de septiembre, al mediodía, en el auditorio de la Corporación, así que están todos cordialmente invitados”.