Asimismo, el TDLC informa en este documento, que la solicitud no busca resguardar el resultado de la pretensión sancionatoria de la Fiscalía Nacional Económica y que no se han presentado antecedentes que den cuenta de su necesidad para resguardar el interés común.
TALCA. El Grupo peruano Meier que opera el Casino Talca, sigue en la búsqueda de impedir que Dreams -quién se adjudicó la nueva administración para estos juegos en la capital regional y a otros dos: Enjoy y Marina del Sol, pueda operar casinos supervigilados por la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ). Pero nuevamente, el Tribunal de Defensa Libre Competencia (TDLC) manifestó “no ha lugar” en otra cautelar con fecha 15 de mayo, en donde se estipula que no se han esgrimido argumentos que hagan variar lo resuelto, considerando que la medida solicitada no recae directamente sobre los hechos que forman parte del proceso.
Asimismo, el TDLC informa en este documento, que la solicitud no busca resguardar el resultado de la pretensión sancionatoria de la Fiscalía Nacional Económica y que no se han presentado antecedentes que den cuenta de su necesidad para resguardar el interés común.
Es importante recordar, que el Grupo Meier realiza un rol coadyuvante en el juicio por presunto caso de colusión que está siendo investigado por la Fiscalía Nacional Económica (FNE), quien ha presentado precautorias con el objetivo de impedirle a Dreams -y a las otras dos empresas requeridas- obtener permisos de operación en Chile o prohibirles subsidios o garantizar financiamiento de sus postulaciones y ofertas, en toda licitación con recursos provenientes de la explotación de los permisos adjudicados en los procesos licitatorios 2020 y 2021.
DISPUTA LOCAL
Respecto de la oferta de 40.778 UF presentada por Dreams para adjudicarse el casino en la capital regional, el grupo Meier acusó obtener subsidios para realizar la operación, debido a que el presupuesto presentado supera en cuatro veces lo que trabajan ellos en el Casino de Talca, que sigue aún en operación.
Dreams, por su parte, reaccionó a esta acusación, expresando que ganaron legítimamente el permiso de operación, no solo por cuadruplicar la oferta económica, sino también por obtener la puntuación técnica más alta concedida por la Superintendencia de Casinos de Juegos. En base a esto, ellos solicitaron al TDLC que decretara medida como improcedente, injustificada y desproporcionada, argumentando que el grupo peruano no busca resguardar el interés común, sino que obedece a un interés comercial, estratégico e individual, iniciativa que fue ratificada en la última cautelar, donde el Tribunal de Defensa de Libre Competencia estableció no ha lugar a la nueva medida presentada por los terceros coadyuvantes FNE.