Maritza Etter, presidenta de esta organización comunal, dio a conocer atractiva historia institucional.
Por Hugo Rey Acosta
CURICÓ. En octubre próximo, la Unión Comunal de Centros de Acción de la Mujer Elena Caffarena de esta ciudad cumple 10 años de vida, una década llena de realizaciones y de luchas por dar una nueva perspectiva a la vida de las mujeres, propósito que se ha cumplido en parte, pero donde quedan algunos desafíos que esperan lograr en un plazo no muy lejano.
En este mes en el que el mundo celebra el Día de la Mujer, nada más apropiado que destacar a la organización de mujeres curicanas que lleva el nombre de Elena Caffarena, la abogada y jurista chilena cuyo rol en defensa de los derechos de la mujer fue relevante en el siglo 20 en nuestro país.
Recordemos que Elena Caffarena, abogada y jurista chilena nació el 23 de marzo de 1903 y falleció en 2003 a la edad de 100 años y con una vida entera luchando por el derecho de las mujeres en todos los ámbitos del quehacer nacional y en especial en el derecho a voto femenino.
CENTROS DE ACCIÓN
Como una forma de recordar a Elena Caffarena, conversamos con Maritza Etter Toro, una de las cinco líderes jefas de centros de acción de la mujer en Curicó y que un día decidieron formar la unión comunal que permitiera ir más allá de los objetivos normales que las mujeres se daban hace poco más de 10 años en nuestra comuna.
Consultada Maritza Etter Toro, presidenta de la Unión Comunal de Centros de Acción de la Mujer, de cómo llegaron al nombre de Elena Caffarena, manifestó que luego de analizar la vida de importantes mujeres, se quedaron con el de la célebre abogada chilena.
“Elena Caffarena fue una gran inspiración para quienes formamos la unión comunal y que vimos la necesidad de innovar en el trabajo que realizaban las mujeres. Estaba la necesidad de crear nuevas formas de capacitación femenina generando innovadores cursos y talleres donde las mujeres pudiesen tener un ingreso económico para ayudar en el sustento del hogar”, expresó la dirigente.
EMPRENDEDORAS
Entre los objetivos logrados en estos 10 años de existencia, Maritza Etter destacó la capacitación que ha llevado a muchas mujeres tener un oficio que les ha permitido salir de sus casas a trabajar. Se ha fortalecido el trabajo de quienes ya eran emprendedoras a través de cursos de perfeccionamiento que se han financiado a través de proyectos logrados en el Gobierno Regional.
Entre los cursos de capacitación más exitosos destacó los de gasfitería, de conducción vehicular y de cuidado de adultos mayores, actividad esta última donde hasta hoy existen muchas mujeres trabajando en esta área.
EL FUTURO
Como desafíos pendientes, Maritza Etter dijo que faltaba no tan solo en su unión comunal, sino que otras organizaciones femeninas, la parte política, actividad relevante donde se requiere mayor participación femenina, ya sea en el aspecto municipal, consejo regional y parlamentario.
Como tarea muy importante realizada y que se seguirán haciendo calificó el funcionamiento de las cocinas solidarias porque en toda su existencia han sido lideradas por mujeres, trabajo que no ha sido reconocido y solo se ha hecho en organizaciones territoriales, pero no en las funcionales como los centros de acción de la mujer.
También destaca que pasaron momentos difíciles cuando les pidieron abandonar el año pasado la sede y talleres que funcionaban en un local anexo al DAEM en avenida San Martín, pero felizmente el nuevo alcalde George Bordachar les autorizó a seguir ocupándolo.
En este lugar, dijo, funcionan los talleres de la organización donde se han capacitado cientos de mujeres que hoy ven la vida en mejor forma. Uno de los talleres más exitoso fue el de mosaicos que tuvo la participación de 255 mujeres y contó con el financiamiento del Gobierno Regional del Maule.
En el último proyecto adjudicado destacó que fueron beneficiadas 90 mujeres y donde a cada grupo de su organización se les hizo entrega de una mesa y un toldo. También valoriza que en los últimos cursos realizados han tenido participación de varones, como muestra que hombres y mujeres pueden trabajar juntos tras objetivos comunes que benefician a la familia.
Finalmente, la dirigente nos comentó que en octubre del año pasado había sido reelecta como presidenta quedando la directiva de la siguiente manera: Maritza Etter Roro, presidenta; Anisa Díaz Cornejo, secretaria; Elisabeth Nilo Reyes primera directora y Carolina Arancibia, segunda directora. También destacó que en noviembre había renunciado a la presidencia para producir una innovación directiva, pero que aún sigue al frente de la organización que tanto quiere y que ha logrado un alto prestigio. Espera muy pronto resolver el dilema en bien de su organización, terminó expresando.