TALCA. Con un viaje por la grandeza de Bach y la sensibilidad de Britten, la Orquesta Clásica del Maule, bajo la batuta de su director titular Francisco Rettig, realizó un concierto inaugural con un festín para los amantes de la música clásica.
El programa abarcó desde las profundidades del barroco hasta la sensibilidad del Siglo XX.
La velada comenzó con la icónica belleza del Aire de la Suite Nº 3 en Re mayor, BWV 1068 de Johann Sebastian Bach. Esta pieza, con su melodía suave y elegante, transportó a un mundo de serenidad y reflexión.