Hay un ítem que es fundamental: el flete, por la distancia que recorre el combustible. A Curicó llega refinado desde Concón (323 kilómetros), Región de Valparaíso, y a Talca arriba desde Hualpén (254 kilómetros), en la Región del Biobío.
Para Arcadio Cerda, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Talca, “lo que ocurrió en Molina y Talca hace muchos años, es que apareció un nuevo oferente, que por tratar de capturar la demanda bajó los precios y con esas políticas las compañías más grandes lo siguieron”.
POR JUAN IGNACIO ORTIZ REYES
FOTOS MANUEL ESPINOZA ÁVILA/CARLOS ALARCÓN DUARTE
TALCA. Muchos creían que a mayor distancia de Santiago, el valor de los combustibles sería más alto, dado que las bencineras que tienen los precios más bajos en un 95% son de la Región Metropolitana. Si esa lógica se diera, la provincia de Curicó debería tener los valores más baratos de la Región del Maule, ya que la distancia entre la Plaza de Armas de la capital del país y Curicó es de 196 kilómetros y desde Santiago a Talca hay 257 kilómetros.
Según información oficial de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), en nuestro país, el precio de la bencina se calcula en base a cuatro aspectos: Impuestos, tanto IVA como Impuesto Específico, el costo que ENAP define para el litro de gasolina o diésel ya refinado y listo para la venta, el transporte del producto final, y el margen que decide cada bencinera.
A ese precio que fija ENAP se le suman los impuestos, y cada bencinera añade su margen de ganancias.
El más alto es el Impuesto Específico a los combustibles, alrededor del 33% del precio, y el IVA que corresponde al 19% del precio de venta. El consumidor solo ve el precio final, es decir el fijado por ENAP, más el margen de ganancias y los impuestos correspondientes.
Asimismo, los precios en cada ciudad dependen mucho de qué tan lejos están de la refinería, ya que el factor transporte pasa a subir los costos, no por nada se ven diferencias importantes entre las diferentes regiones. Hay dos refinerías en Chile, ubicadas en la Región de Valparaíso, denominada Refinería Aconcagua, en Concón, y en la Región del Bio Bioestá la Refinería Bío Bío, en la comuna de Hualpén.
Las alzas o bajas del precio rara vez tienen que ver con el escenario nacional, ya que el costo del crudo a nivel internacional depende de muchas cosas, como por ejemplo oferta de producción, precio del dólar, y factores geopolíticos y económicos, por lo que siempre será volátil sin depender tanto de lo que ocurre en Chile.
ECONOMISTAS
Para el economista y académico de la Universidad Católica del Maule Andrés Valenzuela Keller, “el precio del combustible en Chile es determinado por las refinerías (operadas por ENAP) las cuales tienen un solo precio independientemente del volumen adquirido por cada empresa grande o pequeña. En consecuencia, las tres grandes cadenas de estaciones de servicio no poseen mejores condiciones de compra interna en comparación con una estación de combustible regional”.
Valenzuela agrega que “sin embargo, este suministro no cubre más del 30% del mercado, por lo cual, las empresas más grandes importan combustible pudiendo incluso disminuir sus costos de compra. Ahora, la razón por la cual una misma empresa puede ofrecer distintos valores en diferentes localidades, sin que ello responda necesariamente a aspectos logísticos como la distancia o los costos de distribución, es la competencia en la localidad. Un claro ejemplo de esto es el caso de Valparaíso y Viña del Mar, donde, a pesar de la proximidad con la refinadora ENAP, los precios del combustible no son necesariamente más bajos”.
El académico señala también que los pequeños actores del sector (aquellos con entre 4 y 15 estaciones de servicio aproximadamente) han desempeñado un papel clave en la generación de competencia, obligando a las grandes empresas a ajustar sus precios en determinadas localidades.
“La presencia de un mayor número de estaciones de combustible locales, aún cuando puedan ofrecer un servicio e infraestructura de menor calidad, sigue funcionando como un factor de contención de precios, promoviendo un poco más de competitividad en un mercado aun altamente concentrado”, dijo Valenzuela.
Por su parte, el decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Talca, señaló que “esto de los precios es lo que en economía denominamos ‘la demanda quebrada’, que está asociado a acciones estratégicas de los distintos competidores. Lo que ocurrió en Talca y en Molina hace muchos años, es que apareció un nuevo oferente que por tratar de capturar la demanda bajó los precios y con esas políticas las compañías más grandes lo siguieron y ellos al bajar sus precios puede que bajen sus márgenes en la región, pero los compensan con los márgenes de otras regiones por las magnitudes que ellos tienen y esa situación en particular de la irrupción de un incumbente provocó que las grandes compañías tengan asumida esa política de precios, lo que hace que los valores se mantengan más bajos”.
Cerda agregó que “por eso al bajar los precios, todos bajan, pero nadie está dispuesto a hacer grandes alzas porque puede perder clientela y a las grandes compañías no les interesa estar jugando a ese juego y se quedan con los precios más bajos”,
PRECIOS MAULINOS
En Talca, la bencina de 93 octanos más económica cuesta $1.288, mientras que en Curicó por el mismo octanaje en la mayoría de las gasolineras se paga $1.331, es decir una diferencia de 43 pesos.
Por la bencina de 95 octanos en Talca se puede llegar a cancelar $1.298, mientras en la ciudad de las tortas se paga 1.348 pesos, diferencia de $50.
Y por la bencina de 97 octanos, en Curicó se cancelan 1.369 pesos, mientras en las estaciones de servicio más baratas se paga $1.333. Es decir, un saldo a favor de los talquinos de 36 pesos.