A su juicio, el reconocimiento a tal logro deportivo “debería haber sido mayor”.
Nacido en Lontué hace 82 años, también fue profesor normalista, viviendo por estos días en Curicó junto a su esposa.
POR CARLOS ARIAS MORA. FOTOS MANUEL ESPINOZA ÁVILA
CURICÓ. Nobleza obliga. En el contexto de una entrevista con Luis Figueroa, nuevo director del Cementerio Municipal, hizo ingreso a dicho recinto una pareja. “Ahí va Barra, él jugó en Luis Cruz Martínez”, nos cuenta Figueroa. “¿Y estuvo en la Copa Chile del 62?”, le pregunto de vuelta. “Sí, era arquero”, me responde.
Por lo mismo, esperamos unos minutos, y lo abordamos, accediendo a conversar y contarnos sobre lo que fue su experiencia en el citado club de fútbol, que en 1962, se tituló campeón de la Copa Preparación (actual Copa Chile), derrotando en la final a Universidad Católica por 2-1, duelo que se disputó el 20 de mayo de 1962, en el desaparecido estadio Independencia de Santiago.
SUPLENTE
Cabe señalar que el aludido campeonato fue el primer título obtenido por un club curicano en el fútbol profesional, siendo a la fecha, el logro más importante entre las propias instituciones oriundas de la Región del Maule.
Nacido en Lontué hace 82 años, Enrique Barra Gutiérrez, fue parte del grupo de jugadores del Club Deportivo Luis Cruz Martínez de Curicó que hace 62 años alcanzó la gloria bajo la conducción del técnico paraguayo, Ovidio Casartelli.
Eso sí, nos recalca que él no fue el titular de la campaña, era el suplente, ya que dicho puesto estaba en manos de Carlos “Cabezón” Bustos.
Independiente a ello, recuerda que sí logró sumar minutos en algunos partidos que se disputaron tanto en Curicó como en Santiago. “Teníamos jugadores espectaculares. Pero a mi juicio, la gran responsabilidad la tuvo el entrenador Ovidio Casartelli, ya que él comenzó a meter mucha juventud al equipo”, dijo.
En estricto rigor, se trataba de una institución “casi desconocida” a nivel nacional, con una historia más bien ligada al amateurismo, la que en febrero de 1962 fue incluida a la, en ese entonces, Segunda División.
SOLO FELICITACIONES
“Antes era saliste campeón y ándate para la casa (risas). Felicitaciones nada más”, nos responde Barra respecto a si conserva alguna medalla o recuerdo tangible de lo que fue el título de campeón. De hecho, hasta el día de hoy se desconoce el paradero del trofeo. “Seguramente alguien lo está resguardando en su casa”, acota.
La final de la Copa Chile, enfrentó a la Universidad Católica, que pertenecía a la Primera División (campeón de la máxima categoría en 1961), ante Deportivo Luis Cruz Martínez, recién integrado a la Segunda División. Por lo mismo, el resultado final fue toda una hazaña para la institución maulina. Una verdadera lucha entre “David y Goliat”. Por lo mismo, aquello fue celebrado a gran escala por los propios curicanos, muchos de los cuales, tras haber viajado en tren, fueron testigos del triunfo en las gradas del estadio Independencia. “Tras salir campeones, el regreso fue muy lindo. El tren venía repleto de gente y cuando se llegó acá a Curicó, fue mucha la gente que estuvo esperando y se hizo una fiesta muy grande”, señala Barra.
ETAPA
A pesar del aludido logro, Luis Cruz Martínez no pudo mantenerse en la élite del fútbol profesional chileno, por lo que tras algunos años, regresó al amateurismo. “Debería haber seguido siempre, habiendo tanto jugador de calidad. Era un club con el nombre de un héroe. Quizás lo atribuyo a responsabilidad de dirigentes, no lo sé, realmente no sé cómo explicarlo”, recalca Barra sobre lo que fue aquel período.
MAYOR RECONOCIMIENTO
A su juicio, si bien de tanto en tanto “alguien recuerda lo que fue el título de Luis Cruz Martínez”, el reconocimiento a tal logro deportivo “debería haber sido mayor”.
“Imagínate, que el club que representa a tu ciudad logre ser campeón, es algo espectacular”, recalca. A estas alturas, tampoco mantiene mayor contacto con otros jugadores de aquel plantel. “Al principio, sí, nos juntábamos, pero todos se fueron distanciando. Esa vez, del equipo la mayoría eran jugadores de afuera. Venían de O’Higgins, de Santiago, de distintas partes”, subraya.
VIDA LIGADA AL DEPORTE
Enrique Barra recuerda que el deporte siempre estuvo ligado a su vida. “En básica, fui a campeonatos nacionales, en enseñanza media y en adultos. Puedo contar además que fui seleccionado de básquetbol de Curicó. Jugaba básquetbol y fútbol, las dos cosas”, señala.
Es más, respecto al deporte con la pelota naranja, recuerda que en 1968 jugó ante los Globetrotters de los Estados Unidos en el Gimnasio Cubierto de Curicó (actual Abraham Milad Battal), siendo titular. “Todo lo deportivo me genera muy lindos recuerdos. Siento que fui exitoso. Fue espectacular, porque conocí mucho de Chile, uno conoce muchas partes por el hecho de ser seleccionado y jugador de fútbol”, recalca.
Nuestro entrevistado nos cuenta que también fue profesor normalista. Ya pensionado, por estos días sigue viviendo en Curicó junto a su señora, siendo padre de dos hijas y abuelo de tres nietos.