Triatleta. El curicano que ya tiene la experiencia de vivir el desafío, viaja este jueves a la zona lacustre para nadar, embalar y trotar, en la “Carrera más linda del mundo”.
CURICÓ. A días de vivir nuevamente uno de los desafíos más emocionantes del Ironman 70.3 en Pucón, el deportista curicano Francisco “Aquaman” Bordachar, viaja hoy con rumbo a Pucón, para ser parte como uno de los cientos de atletas nacionales y extranjeros que dan colorido a la estridente Triatlón de Pucón 2025.
ESFUERZO
A esta cita con el sudor, la fatiga, el cansancio y la emoción, Bordachar se prepara con ese espíritu deportivo que lo caracteriza por completo buscando siempre la maestría. “Estoy bastante entusiasmado, confiado, porque el año pasado volví a correrla, puse el mejor tiempo registrado desde hace unos 10 años atrás, y voy con un estado psicológico para tratar de cumplir el mismo o mejor registro, que fueron 6 horas 32 minutos, en los 1.900 metros de natación, 90 kilómetros de ciclismo y 21 kilómetros de trote, que lamentablemente es mi talón de Aquiles”.
De las tres especialidades, ¿dónde se siente más cómodo?
“Creo que el ciclismo es mi fuerte, gano bastante tiempo en la bicicleta, menos de tres horas, y de las otras dos pruebas, tanto en natación como en el trote, el mejor registro es en el nado, unos 35 a 38 minutos, y en los 21K unas tres horas, que con menos de 2 horas estaría dentro de los mejores de la categoría entre 60 a 65 años”.
XTERRA TRIATLÓN
Francisco “Aquaman” Borda-char participó también en la edición de la XTerra Triatlón Mundial en Molveno, Italia, donde el curicano corrió por los senderos de los Dolomitas de Brenta, lesionándose una de sus piernas dejándolo fuera de competencia.
“Fue muy hermoso participar, lamentablemente no terminé la competencia porque me esguincé un tobillo”.
EMOCIONANTE
“Nadar, embalar y trotar, son para mí vivir la adrenalina a mil, me emociona, y es todo un desafío para mí, es algo muy personal porque uno corre solo, en tres especialidades muy distintas que apasionan a los triatletas, corremos contra las adversidades que nos pone nuestro cuerpo, tratamos de dominar el cansancio, la fatiga, el dolor de no renunciar, ahí se complementa en uno la pasión y el corazón que hace el resto, para no amilanarse, enfrentar eso es lo que nos hace invencibles para dominar las sensaciones que uno experimenta cuando corre, nada o pedalea”.
EN LA PENÍNSULA
“Donde más se siente el cansancio, es en el trote en la península, ahí es cuando los atletas se resienten con el cansancio de las piernas, por eso el Ironman 70.3, es único, la gente te alienta en la calle, es un éxtasis completo durante los tres giros por la península subir y bajar con el lago de testigo, ahí uno se resiente a caminar, y la idea es no caminar”.
LA META
El desafío mayor de los triatletas es cruzar ese arco de triunfo, “es una satisfacción, una emoción, lograr cruzar la meta es una sensación emocionante, terminar la carrera, es un aliento personal por las personas que a uno lo apoyan, lo alientan a seguir, la familia, mi señora que ha estado conmigo en todas mis carreras, me está gritando el tiempo, está con una campanita alentándome, es algo maravilloso, me preparé, lo hice y lo terminé, y si es un buen tiempo mejor todavía, es lo que uno aspira a terminar la carrera, a esta edad es un gran orgullo personal”, concluyó.
Desarrollado por
