Homenaje en vida. Se trata de Clarisa Araya Brito cuyo nombre lleva –desde esta semana– la Biblioteca Escolar de esa comunidad educativa rural.
MAULE. Hace poco menos de tres meses, la poeta rural Clarisa Araya Brito, que está cerca de cumplir 93 años de edad, logró (con el apoyo de algunas personas vinculadas al sector cultural de la Municipalidad de Maule y del Gobierno Regional) publicar su primer libro de poemas “Cosecha de Versos y Esperanzas”, que se editó bajo el título de “Poesía Reunida” e ilustrado por numerosos alumnos de colegios de la provincia de Talca.
En aquella ocasión y durante la ceremonia del lanzamiento del libro (que tuvo lugar en el centro cultural, la Casona de Duao) el numeroso público pudo enterarse, en parte, de la singular trayectoria poética de esta vecina que vive, desde hace más de 55 años, en el sector de Callejones, hacia el área oriente de la comuna de Maule.
LA ESCUELA COMO EJE CENTRAL
Dos fueron los principales vínculos que Clarisa tuvo con los vecinos desde su llegada a Callejones: la iglesia católica, a través de la Capilla Santa María donde fue, desde un principio, una gran motivadora y la Escuela Básica, ubicada a poca distancia de su hogar y donde cumplía su deber como apoderada.
Allí comenzaron a nacer sus primeros poemas dedicados a estimular a los pequeños alumnos, no sólo para declamar las poesías, sino que también dramatizarlas y han sido varios de ellos los que han ganado premios en competencias interescolares de la comuna.
La sensibilidad de esta “poeta artesanal” (como ella misma suele autodefinirse) la llevó también a colaborar en muchos eventos artísticos y culturales del establecimiento, improvisando arreglos y adornos especiales; vestuario; disfraces y consiguiendo grabaciones de sus textos con apoyo musical, etc.
Todo esto la fue haciendo cada vez más cercana a la escuela donde ha visto pasar a muchos profesores y directores que tuvieron en ella a una permanente y comprometida colaboradora.
PLACA QUE LA ENORGULLECE
No es de extrañar, entonces, que hace pocos días, la comunidad educativa de Callejones sorprendiera a Clarisa Araya Brito, invitándola a una ceremonia interna donde fue descubierta una placa con su nombre, a la entrada de la biblioteca escolar del recinto y donde se destaca su aporte artístico y poético.
En la oportunidad, además, el joven director de la escuela, Francisco Martínez Bustamante, le hizo entrega de un ramo de flores y un hermoso galvano de cristal.
Ha sido un acertado y merecido reconocimiento a esta mujer campesina muy cercana a la tierra, pero también a la sencilla pluralidad de los vecinos con quienes ha compartido desde hace más de medio siglo.