Ida Laube. Es parte de las primeras inmigrantes que se instalaron en el Fundo Lavadero donde llegó como jefa de cocina a cargo de mantener las recetas tradicionales de su país. Valorada por su capacidad de atención en masivos eventos.
PARRAL. En una de las salas de visitas del segundo piso del Eleam Perquilauquén, ubicado a un costado de la posta de salud rural de Villa Baviera, ex hospital de sector, se reunió cerca de una veintena de los colonos de más edad para compartir con motivo de las celebraciones de un nuevo aniversario patrio.
En el pasillo que conecta las habitaciones de la Seniorheim, casa de reposo en alemán, cuelgan adornos dieciocheros y son acompañados por familiares y cercanos de menor edad que visitan al grupo de nueve longevos residentes, quienes conversan solo en su idioma nativo, pese a vivir en Chile desde hace más de cinco décadas.
En el encuentro que presenciamos el pasado domingo estaba presente la única persona de más cien años de vida, entre el poco más de un centenar de habitantes que permanecen en la ex Colonia Dignidad, situada a más de 30 kilómetros al oriente de Parral, en los límites con la Región de Ñuble.
PATRIMONIO CULTURAL
Se trata de Ida Laube, de 102 años, quien llegó desde Alemania al asentamiento del Fundo Lavadero como jefa de cocina a sus 40 años, en 1962, luego que en septiembre del año anterior arribara el primer grupo de inmigrantes a esa zona precordillerana del Maule, bajo el proyecto de la entonces denominada Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad.
Es considerada una mujer muy significativa para las generaciones que la siguieron debido a que durante seis décadas fue una de las responsables de preservar y desarrollar con su experiencia las sabrosas recetas originarias de Europa, en Villa Baviera y en el casino familiar en Bulnes, donde atendió en recordados eventos con masivas invitaciones a vecinos y amigos.
Un mural con históricas fotografías en el ingreso al restaurant Zippelhaus, abierto al público todo el año, así la destaca junto a otras precursoras de la alimentación germana.
Quienes disfrutaron de sus finas preparaciones la llaman “La Madre”, dada su esforzada entrega al servicio hasta los 80 años y también en atención a su buen estado de salud, pese a sus dificultades auditivas y a ser la más longeva de la comunidad, condición favorable que confirman su hija y yerno mientras la visitan y se fotografían a su lado.
En el Eleam Perquilauquén trabajan brindando cuidados de salud a los usuarios extranjeros, funcionarias chilenas y al igual que los hogares de su tipo del resto del país, opera bajo la supervisión legal del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
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