Realidad. Por desgracia, no todas las personas tienen acceso a la atención psicológica o psiquiátrica.
CURICÓ. La violencia está desatada en las calles. Basta con que una persona mire mal a otro o que un automovilista esté sobrepasado en un horario punta, para que se desate una discusión, la que en un abrir y cerrar de ojos, puede pasar a los golpes. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud, la tasa de enfermedades mentales asciende al 23,6% en nuestro país. Los principales problemas son los trastornos de depresión, ansiedad, afectivos y el uso de sustancias como drogas y alcohol. “Existe poca conexión con la afectividad emocional. A lo que se suma la frustración a nivel personal y el accionar de los medios de comunicación que priorizan lo negativo”, planteó la psicóloga Lilia Morales; quien reconoció que el estrés, mala alimentación y falta de sueño generan actitudes violentas. En tanto, Paula Bass Martínez, también psicóloga, señaló que la raíz de la violencia se encuentra en la frustración. Esto significa que, si una persona siente que no se cumplen sus expectativas, puede actuar con rabia y en forma agresiva. “Cuando las personas están estresadas y no encuentran soluciones a sus problemas, tienden a expresarse con mayor furia”, expresó Bass, quien añadió que, en tiempos de crisis económica, se observa un clima más violento.
ACCESO
Pese al alto índice de trastornos mentales, no todas las personas tienen acceso a un profesional del sector privado. Y en caso de la salud primaria, se puede optar a alguna hora que no es tan periódica como el usuario la requiere. Esto hace que muchas personas que quisieran tratarse alguna patología mental, no lo puedan hacer. Y siguen haciendo una vida normal, acarreando diversos problemas en su entorno familiar, amistades, trabajo y otros.
Y un factor que debemos sumar es que nos enfocamos mucho en nuestras labores remuneradas y no dejamos tiempo para el ocio, práctica deportiva o juntarnos con amigos.
“Nos damos poco tiempo para nosotros mismos. Estamos sumidos en la producción y no nos preocupamos de cultivar algún hobbie o salir a caminar”, aseveró Lilia Morales.
Además, la profesional expresó que es importante implementar iniciativas de autocuidado en el mundo laboral. “Debieran existir pausas activas y prácticas de yoga en los trabajos. Esto sería de gran ayuda para quienes laboran en el sector público y privado”, señaló.
POLÍTICAS
Para Paula Bass, es relevante implementar políticas públicas que contribuyan al mejoramiento de la salud mental. Dentro de las cuales estaría la creación de instancias gratuitas de recreación, garantizar el acceso a una terapias sicológica de calidad, generación de redes de apoyo social en los vecindarios, favorecer el desarrollo de habilidades de manejo del estrés desde la escolaridad temprana de los niños.
A estas se agrega resguardar que la jornada laboral permita a las personas tener tiempo para sí mismas y sus familias.