María Irene Vallejos. Corresponden a cuentos mágicos, contados con láminas dibujadas y que se transmiten con gestos de manos y tonos de voz.
TALCA. María Irene Vallejos resume de la siguiente manera su reciente viaje a Lima, a fin de participar de un taller internacional de Kamishibai. “Un momento místico y mágico lleno de enseñanzas y aprendizajes. Conocer una cultura distinta y gente muy especial fue una experiencia única e inigualable, que me hizo despertar a nuevas realidades para seguir incursionado en nuevas aventuras en el arte que me llena la vida”, dijo. La sede del evento fue la Escuela y Biblioteca de Kamishibai “Raymi Kamishibai”, un espacio pionero en Latinoamérica para la investigación, formación y difusión del Kamishibai, el teatro de papel japonés. Fueron tres las alumnas que participaron de esta experiencia. María Irene Vallejos (Talca, Chile), Naxielli R. Arjona (Puebla, México) y Rosario Ramírez (Puebla, México), todas exponentes del Kamishibai, cuya esencia es rescatar el patrimonio, la cultura, identidad y diversas expresiones propias del ser humano. Kamishibai son cuentos mágicos, contados con láminas dibujadas y que se transmiten con gestos de manos y tonos de voz.
EXPERIENCIA
María Irene Vallejos docente con estudios en Estados Unidos y la Universidad de Calgary, Alberta, en Canadá, valoró en toda su magnitud dicha invitación a un evento donde hubo mucha creatividad y un escenario muy especial, para reunirse con el maestro Pepe Cabana. “Afortunada de ser la única chilena que bautizó, por decirlo de alguna manera, esta residencia, porque no habían ido chilenos”, señala. Las temáticas del taller se centraron especialmente en el rescate del patrimonio, técnicas de ilustración. “Tuve la ocasión de visitar muchos lugares de interés como: los mercados, las fruterías, la posibilidad de degustar muchas comidas, conocer a personas, ir a lugares muy bellos como Barranco, Chorrillos y Miraflores, además de los cascos históricos de Lima, lo que me hace concluir que hay que vivirlo para contarlo, porque es una experiencia hermosa al estar en contacto con personas que tienen una filosofía de vida extraordinaria, con una amabilidad increíble. Yo potencié varias cosas que tenía dormidas, por ejemplo, el descubrir oficios, sobre los cuales ya estoy escribiendo. Hay un antes y un después en la vida de María Irene, luego de esta aventura”, señala. Agrega sentirse orgullosa de mostrar la cultura de nuestro país, con historias de las regiones de O’Higgins y Maule y agradece a las personas que han confiado en ella y que han creído en su proyecto y en su condición profesional, “pero especialmente en su persona”.
PEPE CABANA, EL GRAN MAESTRO
“Durante el desarrollo de la residencia, las participantes mostraron mucha disposición y apertura, a los contenidos que día a día se iban compartiendo y que llevaban también a una reflexión sobre el trabajo que cada una viene realizando hasta el momento como intérpretes y promotoras del teatro de papel japonés, así como los próximos pasos a seguir al volver a sus respectivos países”, comentó Pepe Cabana Kojachi, facilitador de la experiencia. “Son 22 años de camino en la ruta del Kamishibai, que me ha permitido llegar de manera presencial a países como Argentina, Bolivia, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, España, Estados Unidos, México, Paraguay, Polonia y en cuatro oportunidades a Japón, por distintos proyectos sobre el teatro de papel japonés, así como producir y dirigir un documental sobre el mismo. Gracias a la virtualidad he podido brindar también charlas y talleres a educadores de Rumania y Sudán, teniendo desde siempre la idea de realizar una residencia, que me permita compartir con todos aquellos esa experiencia y que deseen formarse y profundizar en torno al Kamishibai”, agregó. “En Lima, nos hemos quedado agradecidos por el compromiso e interés que desde un principio mostraron María Irene, Naxielli y Rosario por participar de la residencia. Ellas desde su esfuerzo personal y con el apoyo de sus familiares y amistades, han trabajado mucho para hacer posible su participación. Cuando alguien realmente cree en algo y desde el aprendizaje que va adquiriendo lo comparte en su comunidad, el impulso será siempre para adelante y es lo que ellas han demostrado al venir desde Talca y Puebla. Esperamos que ellas puedan encontrar en sus países el apoyo y respaldo de aliados en el sector público y privado, para hacer realidad sus diversos proyectos”, agregó Tatiana Ugaz, coordinadora y enlace internacional de la residencia.
NUEVOS DESAFÍOS
Ahora la escritora María Irene Vallejos, se prepara con gran dedicación a fin de participar en una exposición en Osaka, Japón, llamada “Bienvenidos al Bosque del Mundo Kamishibai-Nos encanta el Kamishibai!” en la galería de la tercera planta de la Biblioteca Nakanoshima de la Prefectura de Osaka, en específico, del 2 al 31 de mayo como evento previo a la Expo de Osaka 2025. Esta exposición mostrará espectáculos callejeros japoneses originales kamishibai, así como kamishibai originales de muchos países como: Japón, América, Francia, Alemania, India, Australia, Perú, Chile y Eslovenia.
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