Fundación Chile realizó estudio sobre brecha y riesgo hídrico existente en cuenca del río Maule

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En la cuenca del río Maule, fue detectada una brecha que llega a 265 m3/segundo en el caso más desfavorable, cerca de desembocadura.

Resultados. La cuenca posee una brecha que llega a 265 m3/segundo en el caso más desfavorable, cerca de la desembocadura. Al 2050 se proyecta un aumento.

TALCA. Claudia Galleguillos, líder de Estrategias Hídricas de Fundación Chile, dio a conocer los resultados de un estudio sobre brechas y el riesgo hídrico en la cuencas del río Maule.
Es parte de las llamadas Hojas de Ruta, que contienen una serie de medidas, acciones y soluciones combinadas de forma óptima para asegurar el abastecimiento de agua para el consumo humano, los ecosistemas y el desarrollo productivo.
El trabajo es el resultado de una construcción colectiva y multisectorial con actores locales, que lideró la iniciativa Escenarios Hídricos 2030 y que se inició hace dos años.

¿Por qué fue seleccionada la cuenca del Maule en este estudio?
“La Región del Maule cuenta con dos cuencas principales que corren de cordillera a Mar, la cuenca del río Mataquito y la del río Maule. La cuenca seleccionada es la cuenca del río Maule, con una extensión de 21.054 kilómetros cuadrados, siendo identificada como una zona crítica para la sostenibilidad del recurso hídrico, dado que en los últimos años se ha evidenciado una tendencia a la baja en precipitaciones y un alza en la temperatura ambiente, lo que continuará acentuándose en los próximos años, afectando la disponibilidad de agua. Este cambio será más rápido que la capacidad de reacción en la implementación de soluciones. Es por ello que se plantea iniciar el proceso de adaptación con la urgencia de hoy, pero con la mirada estratégica y de sustentabilidad para el futuro, dado que esta cuenca sostiene cerca del 20% de la producción agrícola en Chile”.

¿Cuál es el diagnóstico obtenido y la real dimensión de la escasez hídrica de esa cuenca?
“La cuenca posee una brecha actual que llega a 265 metros cúbicos/segundo (m3/s) en el caso más desfavorable, en la subcuenca cercana a la desembocadura, en el mes de enero. La brecha se genera cuando el uso del agua (demanda) supera la oferta de agua disponible, generando efectos sociales, ambientales y económicos indeseados. Al año 2050 se proyecta un aumento en esta brecha a 271 m3/s por efecto del cambio climático, manteniendo la demanda de agua actual sin proyección.
Los resultados del Índice de Seguridad Hídrica, aplicado en los meses de octubre a marzo, presentan una situación más crítica por falta de agua, en contraste con el resto del año. En algunos sectores se ha evidenciado una baja en los niveles de los pozos, lo que indica que una parte de la producción actual se está sosteniendo con aguas subterráneas. Los estudios muestran que en esta cuenca hay un 13% más derechos de aguas subterráneas otorgadas que la capacidad natural del acuífero para sostenerse”.

 ¿Cómo trabaja la Hoja de Ruta y qué propone?
“La Hoja de Ruta fue construida colectivamente con la participación de diversos actores del territorio -públicos, privados, academia, organizaciones locales y organismos internacionales- quienes validan y complementan los resultados obtenidos en los estudios científicos, a través de sus experiencias, vivencias y manifestaciones locales. Con esta información se identifica la capacidad natural que tiene cada territorio para sostener el ciclo hidrológico y para abordar la brecha hídrica, así como las responsabilidades asociadas”.

SOLUCIONES
En el caso de la cuenca en el Maule ¿Qué soluciones propone, cuán eficientes son y cuál el impacto social y productivo?
“En el caso de la cuenca del Maule hay un conjunto 63 MAS (Medidas, Acciones y Soluciones) que aportan 457 m3/s de agua. Importante es destacar el rol que juegan las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) en la cuenca del río Maule, donde aportan el 53% del caudal de agua dentro del conjunto de soluciones, seguidas por las soluciones de eficiencia hídrica con un 46% del aporte”.
Se plantean 21 soluciones de conservación y protección de nuestros ecosistemas hídricos (53% del agua que aporta el total de soluciones), 29 de eficiencia y uso estratégico del recurso hídrico (46%) y 13 soluciones de migración e incorporación de nuevas fuentes de agua (1%)”

¿Quién financia esas soluciones y cuán factibles son de realizar?
“El financiamiento puede venir desde diferentes fuentes, privadas, públicas, nacionales e internacionales. Lo importante es plantear metas medibles y generar los mecanismos necesarios para impulsar la inversión hacia los desafíos planteados. Un ejemplo claro es cuando la NDC de Chile plantea como meta país llegar a ser carbono neutral al año 2050, lo que ha generado el aporte financiero, investigación y colaboración de todos los actores comprometidos con eso.
Del conjunto de soluciones, un 73% son factibles de implementar en el corto plazo, 92% tienen beneficios ambientales y 68% poseen beneficios sociales con una baja conflictividad, por lo tanto, poseen licencias sociales y ambientales para ser implementadas”.