Amores perros que forman parte del patrimonio local

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“Arturo”, también conocido como “Cabezón”, daba la mano a todos quienes se acercaban a hacerle cariño.

Historias. Son varios los perritos que forman parte del patrimonio curicano. Son conocidos por una parte importante de la comunidad y, en la mayoría de los casos, alimentados por agrupaciones animalistas.

CURICÓ. “Arturito”, también conocido como “Cabezón”, deambulaba por el centro de Curicó con su andar cansino y atravesaba las calles con inminente riesgo de ser atropellado. Más de alguno le gritaba de una vereda a otra, cuando los autos venían a toda velocidad y Arturito corría riesgo de quedar bajo las ruedas de éstos, pero el no se inmutaba.
Sin duda, “Arturito” ha sido uno de los perritos callejeros más conocidos por los curicanos y su muerte durante el 2017 en el abandonado Teatro Victoria no dejó a nadie indiferente. Hoy sus restos descansan en la subida del cerro Condell de nuestra comuna.
Son varios los perritos que forman parte del patrimonio curicano. Son conocidos por una parte importante de la comunidad curicana y, en la mayoría de los casos, alimentados por agrupaciones animalistas, que no solo los proveen de comida y agua, sino que además de ropa para protegerlos del frío e incluso les dan sus medicinas cuando están enfermos.

“GATA” Y “NEGRITO”
Junto con “Arturito”, “Gata” ha sido una de las perritas que más vivió en las calles del sector céntrico de Curicó. En un principio, habitaba solitariamente el espacio de la zapatería El Negro, pero luego llegó “Negrito” para acompañarla.
“Gata” y “Negrito” se convirtieron en una de las parejas de perritos más conocidas por los curicanos. Era frecuente verlos en la esquina de Prat con Yungay, correteando autos.
Algunos reclamaban por su presencia y otros, como Fundación Paticorta, los alimentaba a diario.
Luego que “Gata” fuera atropellada en el centro de Curicó, fue trasladada junto a “Negrito” a un hogar temporal y están a la espera de una familia definitiva.

“Gata”, una de las perritas que más tiempo vivió en el centro de la ciudad. Junto a “Negrito”, se encuentran resguardados en un hogar temporal a la espera de ser adoptados.

“COME PALOMAS”
Este gordo de gran tamaño, de dulce corazón y bueno para perseguir autos y personas de color, tenía su casa en calle Merced con Yungay. Luego de ser abandonado, llegó al centro de Curicó donde empezó a ser regaloneado por don Jaime, dueño del kiosko ubicado en esa esquina; y además alimentado por Fundación Paticorta.
Hoy se llama “Napoléon”. Vive feliz junto a su nueva familia que lo tiene a dieta y hoy luce una esbelta figura. Ama salir a pasear con correa y es muy regaloneado por sus amores humanos.

“Come Palomas” hoy luce una esbelta figura. Atrás quedaron los años de ser alimentado con comida chatarra.

“MARILÚ”
“Marilú” habitaba en el sector del Mercado Municipal de Curicó. Muy conocida por las personas y comerciantes del lugar, caminaba apenas producto de los kilos de más.
Un día fue atropellada y tras recibir atención veterinaria, se trasladó a un hogar temporal. Hoy forma parte de una linda familia y comparte con otros perritos en un espacio que le permite correr y disfrutar de una pileta de agua.

“Marilú” vivió por muchos años en el sector del Mercado Municipal de Curicó. Hoy tiene una linda familia y le gusta nadar en una pequeña pileta.

“PELITOS DE ALAMBRE”
“Pelitos de Alambre” recorría toda la ciudad. En la mañana se podía ver en calle Circunvalación y luego, en el sector de Zapallar. Muy amoroso con todos quienes se encontraba en el camino, los que le daban comida y cariño.
Su carácter dócil hizo que fuera atacado por otros perritos. Ante lo cual, surgió la necesidad de sacarlo de la calle y buscarle un hogar.
En la actualidad, vive con su mamá humana, Ivania y dos hermanitos de patitas cortas. Le encanta salir a pasear con correa y disfrutar de su nueva vida.