Servicio de Medicina Nuclear del Hospital de Talca obtiene autorización por seis años más

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José Parra, físico médico; el Dr. José Vargas, quien es médico nuclear y el director del HRT, Osvaldo Acevedo, valoraron la autorización del servicio por seis años más.

Funcionamiento. Administra yodo radiactivo a pacientes maulinos con cáncer de tiroides o con hipertiroidismo que así lo requieran.

TALCA. La Comisión Chilena de Energía Nuclear, tras una visita inspectiva al Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Regional de Talca, autorizó por seis años más el funcionamiento de esta unidad médica, única en la región.

El director del centro asistencial, Osvaldo Acevedo, comentó que “estamos muy contentos de que nuestro Servicio de Medicina Nuclear haya recibido la autorización respectiva para funcionar por seis años más. Eso significa que nuestras dependencias están certificadas para prestar, sobre todo, servicios a pacientes de cáncer de tiroides que llegan a nuestro hospital”.

Añadió que, durante un año, en promedio, el servicio atiende a más de 150 personas de toda la región. “Eso significa que nosotros estamos abiertos a acompañar a todas las personas que requieren este tratamiento”, sostuvo Acevedo.

PRESTACIÓN

El Dr. José Vargas, médico nuclear y jefe del Servicio de Medicina Nuclear del HRT, explicó que forma parte del Centro de Oncología y Radioterapia y que se dedica a la administración de yodo radiactivo I-131 en pacientes con cáncer tiroideo e hipertiroidismo, de forma ambulatoria y hospitalizados.

Agregó el especialista que los usuarios son evaluados por un equipo multidisciplinario en un Comité de Cáncer Tiroideo, donde además de médicos y enfermeras de Talca, participan equipos de los hospitales de Curicó y Linares vía remota.

“Damos tratamiento a todos los pacientes que son usuarios del sistema público de la región. Sobre todo, en los pacientes con dosis altas de yodo radiactivo (con cáncer tiroideo) es necesario hospitalizar en dependencias que tengan seguridad radiológica y somos el único en la región que tiene esta seguridad”, indicó el Dr. Vargas.

SEGURIDAD

Su funcionamiento es supervisado y manejado en lo que respecta a almacenamiento, descontaminación del material radiactivo y control de protección radiológica, por el oficial de Protección Radiológica, José Parra, quien es físico médico.

El servicio cuenta con dos salas de hospitalización adecuadas para aislamiento y una sala de almacenaje radiactivo y distribución de I-131, aprobadas por la Comisión Chilena de Energía Nuclear.

Las áreas de hospitalización se encuentran en un recinto separado del área de Oncología. Cuentan con doble puerta plomada, muros reforzados, baños con adecuación de piso y ducha para disminuir la contaminación radiactiva. Una está habilitada para un máximo de 200 mCi (unidad de medida) y la otra para 100 mCi de I-131.

Las salas tienen vigilancia, a través de un monitor en la Estación de Enfermería, citófono, televisión y amplias ventanas con vista a la ciudad, lo que sumado al amplio espacio disponible, disminuye la sensación de encierro del paciente.

En cuanto a la sala de almacenaje radiactivo, posee un castillo de plomo para almacenaje de I-131 en cápsulas adecuado para un máximo de 700 mCi, un castillo de plomo para manipulación de las cápsulas, un activímetro para medición de las dosis, un mueble plomado para almacenaje de desechos radiactivos y un detector de área para identificar fuga de material radiactivo.

“Contamos con todos los elementos de protección radiológica, que garantiza que nuestros pacientes, funcionarios y público en general puedan realizar todas sus labores, sin estar expuestos a radiaciones ionizantes. Todas nuestras dependencias están diseñadas con elementos de protección, que garantizan el blindaje de las barreras, para que nuestros pacientes cumplan el aislamiento y no expongan dosis a todos los demás funcionarios”, señaló el físico médico, José Parra.