El “renacer” del barrio bohemio curicano

0
1204
A la fecha, en términos generales, la gente ha respondido bien a las medidas que se han tomado a fin de garantizar el distanciamiento social. Una de ellos fue el cierre de la calle Francisco Moreno para la circulación de vehículos.

La necesidad de “distraerse” o bien la posibilidad de poder reunirse una vez más con amigos o cercanos, ha sido más fuerte que incluso las bajas temperaturas del invierno en curso.

Tras varios meses de “ostracismo”, el “barrio bohemio” de la ciudad de Curicó está experimentando un verdadero “renacer”, escenario que se da gracias a la “tregua” que por estos días presenta la vigente pandemia del Covid-19, lo que tiene a la citada comuna en el Paso 4 (Apertura). El utilizar la palabra “renacer” no resulta para nada algo antojadizo, sobre todo considerando que se trata de la “norma” que se ha presentando entre quienes son propietarios o administran locales como bares o restaurantes junto, o bien, a pocos metros de la plazoleta San Francisco (en estricto rigor, Plaza Luis Cruz Martínez).

“Estuvimos cerca de un año con las puertas cerradas. De verdad vivimos momentos muy críticos, de mucha incertidumbre. Si se hubiese prolongado un poco más la Cuarentena, esto se hubiese ido a quiebra. Yo creo que no aguantábamos más de un mes”, reconoce de entrada uno de los socios propietarios del “Bar San Pancho”, Carlos Escobar.

Lo cierto es que la necesidad de “distraerse” o bien la posibilidad de poder reunirse una vez más con amigos o cercanos, ha sido más fuerte que incluso las bajas temperaturas del invierno en curso.

El cumplimiento de una serie de protocolos de higiene, como el “distanciamiento social”, sumado a una “batería” de medidas de apoyo, ha permitido a la fecha reactivar dicho polo, que se traduce en una “más que positiva” respuesta por parte de los clientes.

“Nos encontramos en un período de pago de pasivos que adquirimos dentro de la crisis, con créditos bancarios, ayuda de proveedores, cuotas sin pagar, estamos pagando todo lo que podemos y contratando a personas. Se están dando las cosas para que esto se pueda activar”, acotó.

Por lo mismo, recalca, la idea ha sido tratar de no elevar los precios que estaban previos a la pandemia.

ENERGÍA ACUMULADA

Sobre el actual momento por el que atraviesa el citado sector, Cristóbal Noriega, uno de los propietarios del “Bar Iguana” nos indica de entrada lo siguiente: “Había una energía quizás acumulada de poder ver otras caras, caras distintas que no fueran las de tu familia. Salir a compartir, tenemos un espíritu que es muy latino en eso de juntarnos”.

Reconoce además que la posibilidad del cierre definitivo del local “fue más que cierta”, sobre todo considerando que se trata de un espacio que arriendan. “Nosotros llevamos hartos años acá. Pero la situación se tornó insostenible. En un momento como que nos entregamos y ahí el dueño del local decidió darnos unos meses libres como para ayudarnos. Con mi hermano, Nicolás, que es mi socio, dijimos ‘hasta aquí llegamos’. Si bien estábamos rendidos, esa lucecita que siguió prendida pudo más”, dijo.     

MEDIDAS

Noriega tuvo palabras para agradecer las medidas que en su momento se tomaron, desde el municipio, destinadas a “ampliar el espacio de atención”, sobre todo la vinculada al cierre de la calle Francisco Moreno, lo que a su juicio ha permitido brindar una mayor seguridad a los clientes. “Este espacio se convirtió en una especie de boulevard peatonal, donde ya no están los autos corriendo”, acotó. Como para acceder a uno de los sectores del local se exige portar el Pase de Movilidad, desde un tiempo a esta parte reconoce que ha aumentado el número de personas que ha conseguido dicho documento a fin de “aprovechar” sus beneficios.    

TEMOR

Si bien por ahora la alegría de poder volver a trabajar se impone, los propios dueños o administradores de los citados locales reconocen que el principal temor está relacionado a una “reactivación” de la pandemia, lo que podría implicar tener que volver a enfrentar “complejos momentos”.

“Las nuevas variantes nos asustan y nos hacen tomar más resguardos aún. El mayor temor es que tengamos que volver a encerrarnos. Esperamos que eso no se vuelva a repetir”, señala Carlos Escobar del “Bar San Pancho”. La cautela es la qe prima, sobre todo cuando hay que pagar deudas y créditos. “Después de tanta cosa mala, todo esto que está sucediendo es muy positivo”, acota y concluye, Cristóbal Noriega del “Bar Iguana”.