Un singular destino sísmico en el Maule

0
768
Editorial

Como hemos comentado en múltiples oportunidades, en el curso de casi dos años, son muy pocos los sucesos ocurridos en nuestro país (y también, por cierto, en el mundo entero) que no estén asociados a la pandemia del Coronavirus y, en consecuencia, aquellas noticias que tienen una connotación diferente y un valor informativo diverso, suelen ser subvaloradas y no ameritan mayores comentarios.

Ese podría ser el caso de recientes informes del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), relativos a la marcada actividad sísmica registrada en las últimas semanas en el complejo volcánico Laguna del Maule, ubicada en el sector oriente de la provincia de Talca y a solo 7 kms. del límite con Argentina.

Aunque se ha hablado incluso de un “enjambre sísmico”, ninguno de los eventos ha alcanzado intensidades que hayan creado gran temor en la población de la zona.

La Laguna del Maule fue inicialmente una laguna natural ubicada sobre una zona cubierta por la lava de un volcán y que posteriormente, fue represada para regular y asegurar el abastecimiento de riego en la cuenca del río Maule.

Ese complejo volcánico se mantiene en alerta amarilla, la cual, indica un incremento de su actividad.

Álvaro Amigo, jefe de la red nacional de vigilancia volcánica del Sernageomin, indicó que “lo anterior coincide con un aumento en la tasa de deformación en la parte sur de la laguna, que se viene detectando desde hace más de diez años”.

El geólogo dice que el fenómeno podría –eventualmente– aumentar y generar las condiciones, para la “inminencia de una erupción volcánica”.

En los últimos 20 mil años, el complejo Laguna del Maule ha registrado varias erupciones explosivas, con grandes emisiones de cenizas, piedra pómez y lava; sin embargo, no se tiene registro en los últimos 500 años.

“La tasa de erupción es bastante alta en los últimos miles de años y es esperable alguna en el futuro”, advirtió el experto del Sernageomin.

De ocurrir una erupción y dada la ubicación orográfica del volcán; a lo que se suma la dirección casi permanente del viento sur, los efectos de un eventual fenómeno eruptivo causarían más perjuicios en territorio argentino, especialmente por la lluvia de cenizas.-