Más allá de las anécdotas

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Editorial

Que las elecciones de este fin de semana recién pasado tenían perfiles históricos… eso nadie lo discute ni lo rebate.

Pero –como muchas cosas inéditas, poco acostumbradas o inusuales– una vez ya vivida la experiencia, quedan a la vista muchos aspectos que conforman un glosario muy diverso y heterogéneo que puede ir desde lo anecdótico y grotesco hasta lo grave, problemático y digno de ser considerado para otro eventual y futuro episodio cívico-social de similares características.

Y así como se dieron ciertos escenarios paradojales y curiosos, no sería exagerado pensar en que la forma como se solucionaron determinadas impasses, podría servir para aplicarlos más adelante.

Por ejemplo: en la Región Metropolitana una joven monja se ofreció para ser vocal de mesa y su voluntad, compromiso y excelente desempeño hizo un enorme contraste con aquellos que estando inscritos y citados a cierta hora, simplemente no llegaron a cumplir con su deber (que incluso es remunerado).

¿No da como para pensar que el sistema de elegir vocales de mesa debe ser revisado y así poder chequear si son personas serias, honestas y responsables?

Y otro gran detalle en el cual –por lo visto– casi nadie pensó: las urnas para depositar los sufragios debieron tener un tamaño acorde con el enorme volumen de votos y fue así como los receptáculos de plástico transparente se repletaron hasta hacerse imposible meter otra papeleta más.

En esa circunstancia algunos delegados del Servel sugirieron ocupar aquellas urnas donde los votos eran menos y también de menor tamaño y diferente color.

De paso, esta conflictiva situación llevó a poner de nuevo en debate el tema del voto electrónico que se usa en países modernos y desarrollados.

Algo menos complicado, pero para la risa, fue el caso de algunas cámaras “secretas” que tenían solamente la armazón metálica o de madera pero sin techo ni protección por los costados… Es decir eran cámaras “transparentes”.

¿Lo del robo de 10 televisores en una dependencia anexa a un recinto dispuesto para la votación?… Bueno, eso dejémoslo como “anécdota”. Grave, pero anécdota al fin y al cabo.

Para qué hablar del “numerito” de la diputada Pamela Jiles… que otros resuelvan las sanciones.

Nada anecdótico es la baja participación de la ciudadanía. Es de esperar que en la nueva Constitución la inscripción sea automática y el voto obligatorio.

En cuanto al resultado “político” de estas elecciones, eso será sin duda, tema para las próximas horas, días y hasta semanas.