“Cambio constitucional o nueva Constitución no implica necesariamente un nuevo Chile de la noche a la mañana”

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Este fin de semana, aparte de alcaldes, concejales y gobernadores regionales, deben ser elegidos quienes redactarán la nueva Constitución. En el Maule hay 75 candidatos para once cupos.

Experta. Constitucionalista sostiene que la convención -cuyos integrantes son elegidos este fin de semana- debe ser tan pluralista y diversa como es la sociedad.

TALCA. Entre hoy o mañana, los chilenos y chilenas nuevamente deben concurrir a las urnas para elegir, en esta oportunidad, a alcaldes, concejales, gobernadores regionales y a quienes integrarán la Convención para redactar la nueva Constitución de la República.

Para este último cargo, en el Maule hay 75 candidatos para once cupos (siete para el distrito 17, provincias de Curicó y Talca, y cuatro para el distrito 18 de las provincias de Linares y Cauquenes).

La abogada constitucionalista y académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca María Ignacia Sandoval, al momento de elegir a estos constituyentes hay que saber quiénes son y sus propuestas, “para lograr efectivamente un voto informado y saber si sus propuestas están alineadas con lo que el elector, en definitiva, quiere que queden en la Convención Constituyente”.

Respecto de quiénes van a conformar esta Convención, manifestó que no necesariamente tienen que ser expertos en Derecho o con conocimientos en temas constitucionales. “La idea es que la convención sea tan pluralista y diversa como es la sociedad. La Constitución debe reflejar la realidad pluralista de la sociedad y que existan personas que no necesariamente sean abogados o con conocimientos constitucionales, es la realidad de nuestra sociedad y esta debe verse reflejada no solo en la Convención Constitucional, sino también en una nueva Carta Fundamental y esto solamente enriquece el debate. Cuando tenemos personas con un mismo perfil no va a generarse efectivamente un debate; mientras más diversa es la conversación, más democrático y participativo es el debate, por lo tanto, el resultado de ese debate y los consensos a los que llegue la Convención Constitucional, van a ser más enriquecedores porque, de cierta forma, van a reflejar lo que es la sociedad actual”.

CAMBIOS

Respecto del funcionamiento de la Convención, explicó que una vez que estén electos los 155 constituyentes tienen que dictar un reglamento interno que va a determinar el día a día de la convención, es decir, va a fijar cómo van a trabajar, los plazos.

“Hay que recordar que el Congreso Nacional, cuando estableció las reglas a las cuales se va a someter la convención, señaló algunos lineamientos generales, por ejemplo, el quórum de 2/3 por el cual la Convención debe llegar a sus acuerdos y también estableció el plazo de funcionamiento que son 9 meses más un año”.

Consultada por los aspectos que no se pueden cambiar de la actual Carta Magna, la docente indicó que algunos de esos elementos son, por ejemplo, que Chile es una República democrática, o tampoco pueden establecerse normas que sean contrarias a los tratados internacionales ratificados y vigentes.

Sobre lo que debería mantenerse, destacó valores como la dignidad, igualdad, y libertad. “Hay derechos fundamentales que ya están reconocidos en el texto constitucional que, más que mantenerse, quizás debería discutirse ampliar el ámbito de protección de estos derechos y consagrar otros que actualmente no están contemplados en la Constitución, específicamente derechos sociales. Por ejemplo, podríamos hablar del reconocimiento del derecho a vivienda, alimentación, de la naturaleza; incluir principios de interpretación de derechos fundamentales, ya que la Constitución es la norma jurídica fundamental y establece los lineamientos que, por ejemplo, el legislador tiene que cumplir para dictar leyes y esto se ve reflejado también en las políticas públicas”.

La constitucionalista recalcó que hay cosas que están actualmente en la Constitución que han permitido un ámbito de protección específico en el ejercicio de los derechos fundamentales, por ejemplo, el artículo 20, pero que eso no significa que no se pueda mejorar.

“Tenemos que preguntarnos qué podemos mejorar de lo que está en la actual Constitución y qué no es necesario que esté, pero (también) qué cosas podemos incorporar y ahí, en materia de derechos fundamentales, hay distintos derechos que podrían incluirse dentro de este catálogo y darles alguna acción para tutelar estos derechos. Un ejemplo de ello, es que actualmente los derechos sociales, como a la salud, no lo puedo exigir ante un tribunal cuando se vulnera ese derecho, sino que lo único que puedo reclamar con la protección es cuando se ve vulnerada mi posibilidad de elegir el sistema de salud que quiero y eso no es el derecho a la salud. Entonces, ahí hay algo que se puede mejorar específicamente en materia de derechos fundamentales. Personalmente, considero que va a ser el trabajo más arduo de la Convención, porque estos derechos fundamentales tienen que ver con las demandas ciudadanas que dieron puntapié a este proceso constituyente.

Finalmente, subrayó que hay que aterrizar las expectativas. “El cambio constitucional o una nueva Constitución no implica, necesariamente, un nuevo Chile de la noche a la mañana. La Constitución son los cimientos, las bases, a través de las cuales vamos a construir una nueva sociedad. Esto no es una solución, una panacea, que funcione y resuelva todos los problemas que actualmente tenemos, pero sí es el principio para esa solución”.