La picardía del chileno

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Editorial

En la generalidad de lo que el término significa, el chileno se caracteriza por su picardía. No puede existir un viaje en el que un connacional se limite solo a su grupo de amigos, por el contrario, con esta simpatía típica en la mayoría de los viajes se hacen nuevas amistades, que muchas veces duran años.

Porque –y repetimos, en general- el chileno es simpático, “buena onda” y sobre todo, en situaciones donde se comparte con más personas.

Esa misma picardía se ve reflejada en diversas situaciones de la vida cotidiana y no hay que olvidar que el dicho “hecha la ley, hecha la trampa” se aplica en innumerables oportunidades, porque siempre hay alguna manera de evadir la normativa.

Mezclando estos dos conceptos de la picardía y la ocurrencia para buscar los “vacíos legales”, en esta pandemia se ha generado un fenómeno que no solo está ocurriendo en la Región del Maule, sino en muchas ciudades a lo largo del país.

Resulta que muchas personas se han integrado a grupos de WhatsApp que algunos ingeniosos han creado para, ni más ni menos, evadir los diferentes tipos de controles de en las ciudades que se encuentran en etapas de confinamiento.

Les explicamos: si alguien quiere salir durante Cuarentena, sin ningún tipo de permiso, pregunta en este grupo si hay o no controles por los lugares donde transitará. Esto les permite, muchas veces, no “gastar” los permisos de desplazamiento.

Esto también se ha visto, en muchas ocasiones, para evadir los controles que se hacen en Curicó, Talca y Linares, respecto a la restricción vehicular. 

Por supuesto, que este método “a lo amigo”  no funciona en todos los casos, pues si los controles se instalan a los pocos minutos de enviados los mensajes, la persona será fiscalizada, y lo más probable es que se vaya de multa.

Así actúa la picardía del chileno. Sin embargo, siempre será mejor hacer las cosas como corresponde, salir con los permisos respectivos, cumplir con la restricción vehicular, organizarse para que el tiempo de duración de los permisos alcance para realizar las compras y trámites, y recordar que a un mentiroso se le pilla antes  que a un ladrón.