Fundación Paticorta busca paliar efectos negativos de la Cuarentena

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“Gata” es una perrita comunitaria que vive en el sector céntrico de la ciudad y que es alimentada durante todo el año por Fundación Paticorta.

Compromiso. Es una de las organizaciones animalistas que ejecuta un arduo trabajo para proveer de alimento y agua a los perritos abandonados.

CURICÓ. Para muchos la cuarentena solo afecta a las personas, pero ¿Qué pasa con los perritos abandonados? Ellos se encuentran en esta situación debido a la irresponsabilidad de las que fueron sus familias y tienen que pagar un alto costo por esto.
Vivir en la calle no es fácil, no solo están las dificultades para proveerse de alimentación, sino que sobre todo en esta época de verano, cómo saciar la sed.
A todo esto se suman los peligros que implica estar en la vía pública, ataques de otros perritos, riesgo de ser atropellados, e incluso abusos sexuales de algunos humanos.
Por esa razón, son varias las agrupaciones animalistas que trabajan en pro de los perritos abandonados, labor que se ve incrementada en esta Cuarentena ya que para ejecutar esta labor se requiere de un permiso especial, certificado de vigencia y declaración jurada de las voluntarias de la agrupación.

FUNDACIÓN PATICORTA
Una de las organizaciones que ha desempeñado una importante tarea en el marco de esta cuarentena es Fundación Paticorta, que lleva tres años trabajando en la comuna de Curicó con el fin de mejorar la calidad de vida de los perritos abandonados.
Esta es la segunda Cuarentena que enfrenta la institución. La primera fue en los meses de invierno y, ahora, en pleno verano; y si duda, esta es la más difícil. Esto porque se debe proveer de agua a los diversos bebederos existentes en la comuna.“La fundación ejecuta un tremendo trabajo de alimentar y proveer de agua a los perros abandonados y comunitarios”, señaló Paulina Bravo, dirigente social e integrante de Paticorta, quien agregó que esta cuarentena sería bastante más dañina para los animales si es que no estuviera la organización.
“No sabemos hasta cuándo se extenderá esta fase. La vez anterior fue de dos meses y, en esta oportunidad, no existe claridad y el escenario es más complejo porque hay una ola de calor bastante alta y los perros pueden morir deshidratados”, aclaró Bravo.
Por esa razón, la dirigente aprovechó de llamar a la comunidad a que sea más empática con la situación de los perros en situación de calle.
En tanto, Orieta Morán, quien también es activa colaboradora de la institución, señaló que esta época de verano es bastante complicada para los perros abandonados ya que carecen de los espacios para hidratarse.
“Esto hace que debamos invertir más tiempo y energía para abarcar la mayor cantidad de sectores posibles”, indicó.
Junto a esto, está el hecho que las personas descansan mucho en el trabajo de las organizaciones y no son capaces de colaborar con gestos mínimos.
“No solo es alimentar e hidratar a los perritos en situación de calle, sino que, si es necesario, llevarlos al veterinario”, planteó Morán.

BEBEDEROS
Gracias a la labor de las voluntarias de la fundación, se han instalado bebederos en el sector céntrico de la ciudad ya que es en este lugar donde existe gran cantidad de perritos comunitarios que no tiene los medios para proveerse de agua. Algunos de estos se ubican en calle Yungay, Peña, Mercado Municipal, entre otros lugares.
Estos bebederos deben ser rellenados a diario y para eso se cuenta con el apoyo de colaboradores que donan bidones y botellas.
El trabajo es arduo ya que es poco o nada el apoyo que se obtiene de la comunidad. Son muy pocas las personas que colaboran con el llenado de los bebederos, y muchos perritos deben caminar largos trayectos para proveerse del vital elemento.
“Muchas personas los ocupan para botar basura, colillas de cigarros y, en algunos casos para orinar. Por eso, es importante reiterar el llamado a no mal utilizarlos”, enfatizó Bravo.
Por último, Paulina y Orieta convocaron a la comunidad a colaborar con recursos o ser voluntarias de la agrupación ya que el trabajo es bastante y no alcanzan las manos.
“Necesitamos más apoyo por parte del municipio y los particulares. La idea es que más personas se sensibilicen con la situación de los perritos abandonados que sienten hambre y sed, al igual que los humanos”, concluyó Morán.