
En una entrevista exclusiva con Diario La Prensa, la presidenta de Demócratas, analiza el contundente triunfo de José Antonio Kast en las presidenciales.
La parlamentaria profundiza en el rol de su partido como “bisagra”, las razones del castigo electoral al oficialismo en la Región del Maule y su disposición, para integrar una eventual “coalición de emergencia”.
“Este es, por lejos, el peor gobierno desde el retorno a la democracia”, dijo enfática.
POR JUAN IGNACIO ORTIZ REYES
FOTOS CARLOS ALARCÓN DUARTE
Ximena Cecilia Rincón González se tomó una “dulce” revancha. Insiste en que “me dejaron fuera de la carrera parlamentaria por secretaría” y que son los mismos con los que compartió en la Concertación por la Democracia y en antiguos gobiernos de Michelle Bachelet los que hoy lamentan la derrota de Jeannette Jara y que su partido Demócratas también cumplió un importante rol en el aplastante triunfo de José Antonio Kast hace una semana.
Se siente orgullosa que el propio republicano la haya mencionado en su discurso en la noche del triunfo. Por eso anda reluciente de felicidad electoral.
Asegura que trabajará hasta el último día (10 de marzo de 2026) por mejorarle la calidad de vida a los maulinos y que en un futuro rol político que le corresponda cumplir va a seguir estando nuestra región en sus pensamientos, porque ha representado al Maule en el Senado durante 12 años.
– Senadora, tras los resultados de la segunda vuelta, se habla mucho del papel de Demócratas. ¿Qué rol cree usted que cumplió su partido al ser esta suerte de “partido bisagra” en el triunfo de José Antonio Kast? ¿Siente que repitieron la fórmula del Rechazo de 2022?
“Claramente, lo que ocurrió en esta segunda vuelta es que se sumaron fuerzas que ya se habían manifestado en el plebiscito de salida de septiembre de 2022. Hubo una unión detrás de la figura de José Antonio Kast, quien representaba la oposición más clara al gobierno en primera vuelta. No hay que olvidar que más del 70% del país ya se había manifestado en contra de la gestión del Presidente Gabriel Boric en la primera instancia electoral. Nosotros, como centro y centro-izquierda, aunamos voluntades de mucha gente que no se sentía interpretada por los extremos iniciales pero que, ante la decisión de marcar posición, decidió seguir el camino que nosotros trazamos. Nuestro respaldo yo creo que aunó voluntades de mucha gente que es de centro-izquierda, de centro, que no se sentía interpretada por ninguna de las figuras que compitió en primera vuelta. Y que, frente a la decisión de marcar posición, obviamente siguió lo que muchos de nosotros hicimos”.
– Este apoyo a Kast, ¿fue condicionado o existieron puntos de negociación específicos antes del respaldo oficial?
“Fue un apoyo sin condiciones. No obstante, conversamos con el ahora presidente electo tras la primera vuelta para plantearle las áreas que para nosotros son intransables: derechos sociales, mujer, medio ambiente, cultura, deporte y, por supuesto, seguridad y economía. Para nosotros, recuperar la seguridad, el trabajo y las oportunidades para jóvenes y mujeres es urgente. Encontramos una coincidencia valiosa en que estas deben ser las prioridades de los próximos cuatro años”.
– Al principio, Demócratas se mostraba reacio a votar por candidaturas que consideraban extremas. Usted misma lo afirmó en una entrevista con nosotros acá en Talca. ¿Les costó tomar la decisión final de apoyar a Kast?
“El 17 de noviembre (un día después de la primera vuelta), en nuestro Consejo General Ampliado, definimos que no respaldaríamos a Jeanette Jara por ser la continuadora de un mal gobierno y por representar al Partido Comunista. Tras esa declaración, nos reunimos de manera privada con Kast —el diputado (Jorge) Tarud (ex parlamentario por el Maule) y yo— para conversar sobre los temas sensibles. A partir de ese diálogo, se gestó la decisión clara de apoyarlo”.
– El triunfo de Kast fue histórico: ganó en todas las regiones y comunas, incluso en zonas tradicionalmente de izquierda. En el Maule, ganó en las 30 comunas. ¿Le sorprende este nivel de votación?
“No me sorprende. Es un respaldo que tiene que ver con decirle ‘no’ a una gestión deficiente y a un liderazgo que, aunque intente declararse socialdemócrata, es militante y representante del Partido Comunista. La ciudadanía optó por rechazar ese modelo que se intentó impulsar desde la propuesta constitucional en adelante. El elector le dijo ‘no’ a la continuidad del mal gobierno de Gabriel Boric. Fue decirle ‘no’ a un liderazgo que claramente no solo representa al Partido Comunista, sino que en muchos temas tiene contradicciones, partiendo por el declararse (Jeannette Jara) socialdemócrata o de centroizquierda, cuando es militante y representante del Partido Comunista”.
– Sobre Jeanette Jara, ¿cree que fue una mala candidata o simplemente le pesó la mochila del gobierno actual?
“Fue una muy buena candidata con gran oratoria, pero sostenía temas para los que no tenía respaldo por trayectoria ni posibilidades reales de implementar. Le pesó su militancia y ser parte de un gobierno que renunció a sus propias líneas de gestión y que no fue capaz de cumplir sus promesas. Nadie podría decir que era una mala candidata, pero creo que le pesó quién es, su militancia, y ser parte de un gobierno que en muchos temas no solo no fue capaz de implementar las promesas, sino que renunció abiertamente a las líneas que el propio gobierno se había trazado como parte de su gestión”.
MAULE
– Hablemos del Maule. Desde 2014, la izquierda no logra ser mayoría en segunda vuelta en nuestra región. ¿Por qué cree que el Maule se siente “castigado” por los últimos mandatos?
“Nuestra región ha sido postergada. En emergencias, incendios e inundaciones, el actual gobierno no tuvo capacidad de respuesta oportuna. A eso sumamos el estancamiento en empleo, desarrollo productivo y proyectos emblemáticos como el hospital de Linares. El Maule es una zona tradicional y conservadora que exige seguridad y crecimiento, y este gobierno ha ido en la línea contraria, provocando un deterioro que la gente ya cobró en las urnas”.
– Usted no pudo ir a la reelección. ¿Siente que hubo un costo político personal por sus posturas?
“Efectivamente, me pasaron la cuenta desde la izquierda hasta la Democracia Cristiana por mi rol en el Rechazo y mis posiciones en temas sensibles. Pero eso no significa que guardaré silencio. Seguiré exigiendo que nuestra región recupere el protagonismo que merece por su inmenso potencial”.
– El senador Juan Antonio Coloma y el propio presidente electo hablan de un “gobierno de emergencia”. ¿Demócratas debería estar en esa coalición de emergencia?
“Sin lugar a dudas. En Demócratas tenemos grandes talentos y líderes que podrían aportar en el próximo gobierno. El Presidente Kast debe tener el tiempo para armar sus equipos sin presiones, pero nosotros estamos dispuestos a colaborar desde el Ejecutivo si se requiere”.
– Usted ha sido muy crítica con la administración saliente. ¿Es este el peor gobierno que ha tenido Chile desde 1990?
“Sin lugar a dudas, este es por lejos el peor gobierno que hemos tenido desde el retorno a la democracia”.
– ¿Podría darnos tres razones fundamentales para esa afirmación?
“Primero, el incumplimiento de promesas básicas como el fin de los ‘pitutos’ y la contención del gasto. Segundo, el fracaso programático en temas de mujer, infancia y oportunidades. Y tercero, la falta de probidad. Hicieron gárgaras con la ética, pero terminamos con el caso Fundaciones, donde dineros públicos desaparecieron y mucha gente cercana al presidente se vio implicada sin que hasta hoy existan aclaraciones ni condenas claras. Esa supuesta superioridad moral les jugó totalmente en contra”.


