Encuentro de futbolistas históricos: “Cuando la historia vuelve a abrazarse”

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La familia de Jaime Matamala se llevó el trofeo de la jornada, como recuerdo a su legado de amistad y compañerismo. Su hijo Mauricio, emulando al padre besando la copa del campeón.

Fue mucho más que dos partidos: Curicó v/s O’Higgins y Rangers v/s Concepción, fue un reencuentro con la historia, con los colores, con los rivales de ayer que hoy son amigos entrañables.

POR HÉCTOR ORELLANA ABACA
FOTOS CARLOS ALARCÓN DUARTE / PATRICIO ARIAS

TALCA. El Club Social y Deportivo Rangers de Talca, bajo el liderazgo del histórico capitán Pablo Prieto, en el marco de su tercer aniversario, vivió una jornada inolvidable en la tradicional cancha de Comercio.

Allí, en un ambiente cargado de memoria y pasión futbolera, se reunieron grandes figuras de los años 80 y 90 que marcaron la historia de Rangers, Curicó Unido, O’Higgins, Deportes Concepción y del fútbol chileno.

Fue mucho más que dos partidos: Curicó v/s O’Higgins y Rangers v/s Concepción, fue un reencuentro con la historia, con los colores, con los rivales de ayer que hoy son amigos entrañables. Cada pase, cada abrazo y cada anécdota compartida reafirmaron que el fútbol no solo se juega en la cancha, sino también en el corazón de quienes lo han vivido con entrega y nobleza.

Entre sonrisas, bromas y recuerdos, se respiró pura emoción, alegría, calidad y talento. Los asistentes pudieron ver cómo esos viejos ídolos, pese al paso del tiempo, siguen llevando el deporte en el alma y demostrando que la magia no se pierde: solo se transforma.

Pablo Prieto expresó su profunda satisfacción y orgullo por ver nuevamente reunidos a tantos referentes del balompié nacional. “Estas instancias fortalecen la identidad del club, acercan a las generaciones y permiten honrar a quienes aportaron grandeza dentro y fuera de la cancha. Este tipo de actividades son un recordatorio del valor de la comunidad, la camaradería y la memoria deportiva”.

El día terminó como empezó: con abrazos, risas y la certeza que algunos momentos quedan grabados para siempre. El Club Social y Deportivo Rangers de Talca y su gente celebraron, una vez más, lo mejor de su historia.

Y mientras el sol comenzaba a caer sobre la cancha de Comercio, quedó flotando en el aire una sensación cálida, difícil de describir, pero fácil de atesorar. Era la certeza que la historia sigue viva cuando quienes la escribieron vuelven a encontrarse, miran hacia atrás con cariño y hacia adelante con esperanza. Porque encuentros como este nos recuerdan que el fútbol es más que un deporte: es memoria, es tribu, es identidad y, sobre todo, es un abrazo que se extiende más allá del tiempo.