“Abujón”: llenando de colorido Los muros de nuestra ciudad

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Si bien en un principio no era bien visto por la comunidad, hoy su trabajo es valorado y le facilitan las paredes para pintar.

POR CYNTIA LEMUS SOTO
FOTOS: PAULINA VILLAR ÁVILA

CURICÓ. De joven, quería participar en todas las actividades que organizaba su colegio. Lo que le valió el apodo de “Abujón”, seudónimo que podemos apreciar en distintos murales de la ciudad de Curicó y que han generado la admiración de parte de la comunidad.

“He coloreado más de cien murales de esta ciudad, casas, negocios y aquellos que pintamos gratuitamente en las calles”, señaló Patricio Ibarra, más conocido como “Abujón”, quien expresó que sus inicios en este arte datan de cuando cursaba primero medio.

“Empecé con rayados y tras conocer los materiales, empecé a hacer dibujos y letras. Llevo alrededor de 25 años trabajando como muralista y grafitero”, precisó.

Durante el último tiempo, se ha asociado con otros artistas, Matías Hernández (Keic), José Garrido Leiton (Leyts), David Aravena Campos (Daweed), conformando la agrupación “Pasión por Pintar”, la cual se volcó a cambiar la cara del Cementerio Municipal de Curicó. El financiamiento provino de funerarias de esta ciudad.

“El municipio solo nos dio la autorización, pero no nos apoyó con dinero”, planteó “Abujón”, quien valoró el trabajo en equipo de la agrupación.

“Nos fuimos turnando las labores y, de esa manera, avanzar más rápido”, indicó Ibarra, quien contó que en la actualidad, tienen un taller en una casa que arriendan en el sector del Boldo.

PASIÓN

Las ganas de pintar vienen de su abuelo y luego, se enamoró del mundo de los grafitis y sprays. “El amor por la pintura viene de mi familia, Y cuando conocí este arte callejero, empecé a apasionarme por este”, manifestó.

Para “Abujón”, se ha producido un cambio de mirada en torno al muralismo. En sus inicios, era visto como un delincuente y no le facilitaban los espacios para pintar.

“Cuando estaba dibujando, me retaban, incluso en alguna oportunidad, me pegaron una patada. En un principio, no me quedaban bien los dibujos, eran bien artesanales. Tras capacitarme y aprender nuevas técnicas, he profesionalizado mi trabajo y la comunidad reconoce esto y me facilitan los muros”, señaló.

NIÑOS

Si bien hace algunos años realizaron un encuentro masivo de grafiteros, no es factible replicar esta iniciativa durante este año. La idea es desarrollarlo con un grupo más acotado ya que organizar una actividad de este tipo demanda harto tiempo y dinero.

Dentro de sus planes, está trabajar con menores de edad y así ir enseñando a las nuevas generaciones. “Me encantaría educar a niños, haciendo talleres en los colegios, y así ampliar el grupo de grafiteros en la ciudad de Curicó”, concluyó.