Su familia ha incursionado por años en negocios de barrio y ella, hoy encabeza un desafío comercial con mucho orgullo.
Por Juan Sebastián Cofré Flores
Fotos Paulina Villar Ávila
CURICÓ. El trabajo, la constancia, el sacrificio y el esfuerzo han marcado la vida de Ingrid Hevia Reveco, nacida y criada en la Población Sol de Septiembre.
Recuerda que de niña le ayudaba a vender flores a su abuela Rebeca Arriagada en el Cementerio Municipal, donde aprendió que salir adelante no es una tarea fácil. “Con ella hice mis primeras ventas y conocí todo esto de emprender”, dijo.
Desde sus primeros años, el “bichito” de los negocios le llamaron la atención y recuerda que en el colegio vendía distintos tipos de productos.
“Era la que les ofrecía a los profesores ropa interior por catálogo, vendí de todo. De muy chiquitita estuve en Santa Marta, donde te enseñaban algunas cosas manuales, las reproducía y las vendía casa por casa. De alguna forma, siempre he estado ligada a la venta”, remarcó.
DAR EL SALTO
Hevia Reveco puntualizó que viene de una familia de comerciantes y que eso le ha servido de mucha experiencia. “Tengo tías que tenían negocios de barrio (en Sol de Septiembre), después mi mamá se fue a Bombero Garrido y tuvo un local amplio allá”, acotó.
Reconoció que fue la primera en tener un emprendimiento alejada de su entorno inicial, tarea que ha tenido altos y bajos. No obstante, dijo que valió la pena y que le cambió la vida cien por ciento. “Siempre está el miedo a fracasar, sobre todo siendo mujer, un tema que es súper relevante porque estamos como condicionadas a hacer las cosas siempre bien, pero en ese proceso está también equivocarse y levantarse una y otra vez”, manifestó.
Agregó que le apasiona emprender y encabezar cada proyecto que se le ocurre, pues lo relevante es atreverse y creer en las convicciones. El mensaje es nunca echarse a morir.
MENTE POSITIVA
Esta esforzada curicana llamó a las mujeres a atreverse cuando se tienen ganas de emprender, aclarando que el camino no es fácil, pero que hay que intentarlo una y otra vez porque la constancia, generalmente, rinde frutos positivos.
“Emprender no es tan fácil, como se supone que tendría que ser, pero con constancia y perseverancia se logran grandes cosas. Hay que ser ordenado, cauteloso, pero igual hay que dar el salto. Sin saber lo que viene, hay que atreverse, sé que hay un trabajo más interno de cada persona, pero finalmente quien logra una estructura obtiene grandes cosas y me siento un ejemplo de eso”, admitió.
Actualmente, Ingrid Hevia Reveco es la fundadora de la empresa Congelados Lon-quimay, cuya casa matriz está ubicada en el Strip Center de El Boldo en Curicó y tiene otro local en Romeral.



