Según su autora, dicho texto fue escrito a fin de “pagar una deuda” que ella sentía “con sus hijos, con sus amistades y con la gente” que en su instante le brindó un desinteresado apoyo.
CURICÓ. En dependencias de la Corporación Cultural de Curicó, se llevó a cabo el lanzamiento del libro “El Submarino Blanco” de Erika Adasme Martínez. Durante dicha actividad, que fue conducida por el periodista Juan Pablo Jiménez, hubo además espacio para la presentación de números de índole musical. Junto con ello, familiares de la autora compartieron algunas palabras. El interés por el citado texto se vio reflejado en el público que asistió a dicho lanzamiento, el cual repleto el hall central de la Corporación Cultural.
AUTORA
Visiblemente emocionada, Erika Adasme agradeció a quienes la acompañaron en la presentación de su libro, recalcando que no le gustaría que otros pasaran por lo que ella vivió. Por fortuna, dijo, ha tenido la capacidad de poder salir adelante. Entre otros tópicos, en “El Submarino Blanco”, Adasme cuenta la historia de su hijo, Ariel Urrutia, de actuales 30 años, cuyo nacimiento se concretó en el antiguo Hospital de Curicó, quien fue víctima “de una terrible negligencia médica”, que le dejó secuelas de por vida. “Quería que eso quedara en un libro”, dijo. Su experiencia, junto a la de otras madres derivó en el nacimiento de la ahora fundación “Justicia Por Amor”, de la cual es su actual presidenta. Dicho organismo brinda contención emocional, orientación legal y acompañamiento a familias directamente afectadas por negligencias médicas. Agregó que dicho texto fue escrito a fin de “pagar una deuda” que ella sentía “con sus hijos, con sus amistades y con la gente” que en su instante le brindó un desinteresado apoyo.

COORDINACIÓN LITERARIA
Trasladándose desde la ciudad de Concepción, la escritora y académica Erika Saavedra Vargas también participó en el lanzamiento. En “El Submarino Blanco” estuvo a cargo de la producción y coordinación literaria. Recalcó que la historia que cuenta Adasme tiene la capacidad de transformar el dolor que ha experimentado, en un mensaje de infinito amor. Respecto al nombre del libro, se trata de una especie de juego de palabras, ya que el submarino representa un espacio, en este caso un hospital, donde “muchas personas se han escondido en él, bajo aguas oscuras, causando daño”. Con su texto, dijo, Erika Adasme tiene la capacidad de “sacarlo a flote”, y mostrar “realidades que están escondidas y situaciones que se desconocen”. La crítica, recalcó, se presenta como una herramienta que es utilizada más bien para generar una reflexión, subrayando la importancia de nunca perder la fe.