¿Qué fue de tu vida Atilio Tapia Valdés?

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Su ocupación actual en su casa de Deportiva TAVA Deportes.

Por Héctor Orellana Abaca

TALCA.  Tengo la ineludible misión de dar nuevamente la más cordial bienvenida a esta página del recuerdo, que semana tras semana, nos permite viajar a la nostalgia y recordar a quienes escribieron páginas icónicas y con letras de oro, en el deporte nacional y en otras disciplinas y que con el paso del tiempo se convierten en figuras inolvidables y que merecen ser reconocidas y traerlas a la memoria viva desde el baúl de los recuerdos.

Las páginas de diario La Prensa nos dan esa noble misión de compartir y recordar momentos únicos, inigualables y llenos de romanticismo y emoción.

En ese escenario escrito, hoy surge hoy la figura de Atilio Tapia Valdés, longaviano de corazón y que hizo una hermosa trayectoria deportiva donde destacó por su calidad y talento. Un defensa de los buenos y reconocido por un medio siempre hostil y competitivo.

Nacido en la comuna de Longaví, el 5 de enero de 1954, desde pequeño sintió el interés por el fútbol que lo envolvió en esa magia de la cual no se sale, sino es dejando huella y Atilio, así lo hizo.

¿Cómo se inicia en el fútbol?

“A los 16 años, me llevaron a la juvenil de Colo Colo, donde recibí mi formación y enseñanzas para comenzar a cimentar el sueño de vida que era ser futbolista profesional. En 1973 junto a otros compañeros nos vieron de Independiente de Cauquenes y fue así como logré llegar a esa institución, que fue mi primer club como profesional. Sin duda una etapa llena de sueños e ilusiones para seguirme a abriendo paso y llegar a más, ese fue mi propósito y desde ese comienzo lo hice sobre la base de mucho trabajo, rigor y disciplina.

¿Y qué viene después Atilio?

“El año 1974 llegué al Lister Rossel, donde jugué 24 partidos. Tenía 19 años y el segundo semestre del año se cambió el nombre del club a Deportes Linares, y seguí jugando, siendo el primer lateral izquierdo, el más joven y titular, en el naciente club, que mantenía la esencia, pero con otra identidad. En Linares, estuve hasta 1977, en los años 78 y 79 estuve sin jugar por decisión propia, ya que consideré que los sueldos eran demasiado malos y que simplemente no daba. Pero la pasión por el fútbol, siempre fue más fuerte y en 1980 volví a deportes Linares, para jugar cuatro temporadas. En 1984 me traspasan a Audax Italiano, donde tuve grandes compañeros, como Sandrino Castec, Luis Mosquera, Carlos Ramos y Héctor Hoffens, entre otros, quienes fueron futbolistas de mucho éxito en el balompié nacional. Ese año fui elegido el mejor jugador de la temporada, por los dirigentes e hinchas del club, pero mi mejor partido fue el 28 de diciembre de 1985 frente a Colo Colo, le ganamos 3 a 1 y fui elegido en el equipo ideal de la semana con nota 7. Después de ello, los años 87 y 88 estuve en Quintero Unido y mis últimas temporadas fueron de nuevo en Linares, el 89 y 90 donde me retiré. En mi trayectoria estuve nueve temporadas en Linares, donde soy parte de la galería de los históricos con más de 270 partidos sumando a Lister Rosell y a lo largo de mi trayectoria más de 400 jugados de manera profesional”.

Fueron nueve temporadas en Linares y, por cierto, es destacable su paso por el llamado equipo de “Los Toros”…

“Ciertamente, el equipo que marcó mi carrera deportiva fueron ‘Los Toros’ en el año 1981, donde estuvimos a punto de llegar a la primera A, y además logramos ser finalistas del Torneo Polla Gol, tras eliminar a un gran equipo como Rangers de Talca. Fue una etapa muy linda, con grandes compañeros de equipo y con una ciudad que se identificaba con nosotros, ya que cumplíamos con lo que los hinchas sentían y querían. Debíamos enfrentar dificultades, pero nuestro amor a la camiseta y a la ciudad nos inspiraban para dar lo mejor de lo nuestro por responder a sus expectativas a pesar de todos los problemas”.

Pero además de defender bien Atilio, Ud. era un defensa goleador.

“Así es, tenía mucha llegada al arco rival…  hice más de 10 goles siendo defensa, y no es porque lo diga yo, pero goles de los buenos, Recuerdo muy bien un gol de chilena que le hice a Leonardo Vinés el año 82, un arquero muy alto y espigado, que después de ver la pelota dentro del arco, me fue abrazar reconociendo la calidad del gol, y por cierto el público estaba desbordado de alegría. Ese gol fue acá en Linares”.

¿Naturalmente que también hubo momentos de tristeza en su carrera Atilio?

“La mayor tristeza fue cuando Isaac Carrasco no me llamó a la Selección de Ascenso el año 1983, más aún sufrí una segunda lesión grave de ligamentos. Sinceramente me desmotivé no quería nada con el fútbol, ya que tenía mucha rabia e impotencia, ya que estaban todas las condiciones dadas por alcanzar ese objetivo, pero, sin embargo, no se pudo. Me costó mucho reponerme, pero seguí adelante”.

Los hinchas lo recuerdan con afecto y cariño, pero más allá de eso siendo uno de los históricos de Linares, ¿Se ha sentido reconocido?

“Mire amigo, se lo digo con una gran pena, me duele la indiferencia en mi ciudad donde jugué nueve temporadas, siendo uno de los históricos con más partidos en cancha. Jamás me han nombrado para algo. En los registros y páginas de la historia del club aparece mi nombre, pero para los dirigentes siempre he sido invisible. Es una falta de respeto, ya que cuando se pretende inculcar el amor a un club a los niños y jóvenes que sueñan con el fútbol, es muy lamentable que no aparezcan los nombres de quienes recogimos la posta, yo en mi caso del desaparecido Lister Rosell. No es vanidad ni ego, simplemente de valorar la historia no solo mía, sino que de muchos jugadores a nivel nacional y regional que simplemente han sido víctimas del cruel olvido, eso duele. Es una falta de respeto con la historia más allá de cualquier consideración, porque creo que para construir un futuro próspero se debe valorar la historia”.

Pero más allá de eso, ¿Qué le dejó el fútbol?

“Lo más importante una familia hermosa, una gran esposa Carmen Gloria y mis seis hijos; Jorge, María José, Carmen Gloria, Maximiliano, Ignacio y Monserrat y nueve nietos maravillosos que son mi vida, mi alma, mi esencia. Además, la maravillosa oportunidad de viajar, conocer muchos lugares, de tener grandes amigos con los cuales aún estoy en permanente comunicación”.

¿Qué hizo después del fútbol?

“Después del fútbol, obtuve tres títulos de FIFA, como iniciador, monitor de fútbol y entrenador profesional. Trabajé en Colo Colo, donde fui formador de Iván Morales y de Jeyson Rojas, entre otros grandes jugadores, en una labor principalmente formativa que me llena mucho, por cuanto permite traspasar las experiencias ganadas en cancha a las nuevas generaciones que sueñan con llegar al fútbol , mi mensaje para ellos es que trabajen mucho, que no decaigan y que hay que ser muy perseverantes ya que esta carrera es muy hermosa pero sacrificada. También estuve dirigiendo en Deportes Linares, el primer equipo en Tercera División y en cadetes, a Quintero Unido, Los Cóndores de Colbún, un breve paso por Independiente de Cauquenes y un logro muy importante como ser campeón nacional del fútbol amateur en la serie 33, solo por contarle algo”.

En la actualidad Atilio Tapia, y desde hace muchos años administra su tienda deportiva TAVA Deportes, en la terminal de Buses Altas Cumbres de Linares, donde más allá del tema comercial está la esencia intacta de quien vivió el fútbol con una pasión desbordable, de una calidad inigualable y con un amor al club de sus amores deportes Linares, que a pesar de todas las indiferencias sigue latiendo más fuerte que nunca en el corazón del gran Atilio Tapia.

Un abrazo maestro y gracias por volver a recordar grandes historias. Lo vi jugar y se a cabalidad que fue de los buenos.