Concejala espera que proyecto “No Me Abandones” se pueda convertir en ley

Iniciativa, que impulsa el diputado Félix González, endurece las sanciones para quienes lanzan a sus mascotas a la calle o las maltratan.

Por Cyntia Lemus Soto

CURICÓ. Altas expectativas está generando el proyecto “No Me Abandones”, que impulsa el diputado Félix González, ya que endurece las sanciones para quienes lanzan a sus mascotas a la calle o las maltratan. De hecho se establece una pena de tres años de cárcel. “No solo se endurecen las multas para quienes incurren en estas malas prácticas, sino que además, se define la obligatoriedad para los dueños de mascotas, de esterilizarlas”, planteó la concejala Paulina Bravo, quien también mencionó que son muchos los animales, que tienen familias y que deambulan por la vía pública. “Si bien las organizaciones animalistas han tratado de abordar esta problemática, esta se salió de control. Y por lo tanto, se requieren sanciones más drásticas y la obligatoriedad de esterilizar a las mascotas”, aseveró Bravo, quien hizo hincapié en la aplicación de multas de forma concreta. “Por esa razón, espero que esta iniciativa se pueda convertir en ley y, de esa manera, avanzar hacia una disminución del número de mascotas en situación de abandono”, precisó la concejala, quien reconoció que durante los últimos años se ha generado un importante incremento de la población de canes en las calles.

Y lo más complicado de este escenario es que han disminuido las adopciones y los hogares temporales., Estos últimos juegan un importante papel al momento de rescatar un perrito abandonado.

REGISTRO

Junto con esto, la iniciativa crea un Registro de Maltratadores, lo que servirá a las agrupaciones animalistas y personas que rescatan en forma particular, tener esta información. También este proyecto de ley obliga a los médicos veterinarios a poner el chip y asociarlo a un ser humano en el registro de mascotas y se amplía el concepto “animales potencialmente peligrosos”. Otro aspecto importante de esta iniciativa es que faculta a los jueces para requisar a los animales agresores.