Hábitat. La idea, según la concejala Paulina Bravo, es poder impulsar un trabajo colaborativo entre el Municipio y el SAG, donde se recalque la necesidad de proteger a tal especie, la que genera un importante beneficio, sobre todo a la actividad silvoagropecuaria.
CURICÓ. La concejala Paulina Bravo (PR) expuso la necesidad de impulsar la instalación de carteles informativos, en específico, en la avenida León Juan Luis Diez, frente al estadio La Granja, zona que es utilizada por una colonia de garzas, las cuales anidan en los elevados árboles presentes en tal sector. Tal planteamiento fue dado a conocer por Bravo durante el desarrollo de una sesión del concejo municipal, en específico, en el contexto de la denominada “hora de incidentes”.
“Tenemos una especie que está en protección que son las garzas, que habitan en los árboles. Sé que ahí hay varios inconvenientes con los vecinos, pero yo siento que hay que aprender a vivir y a darle los espacios a las especies, porque nos dan beneficios, sobre todo a la actividad silvoagropecuaria”, dijo.
HÁBITAT
A juicio de la edil Paulina Bravo, el Municipio debería trabajar de manera mancomunada con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), a fin de generar carteles informativos respecto a la citada especie, sobre la importancia de proteger y preservar dicho hábitat de carácter natural.
“Ahora viene bastante incertidumbre, porque algunos polluelos se caen de sus nidos, entonces quizás podríamos trabajar con los vecinos y generar una alianza también con el Servicio Agrícola y poder poner carteles informativos o hacer una delimitación del perímetro para poder proteger esta especie, que genera un beneficio y que está también reglamentada en la Ley de Caza”, cerró.
CARACTERÍSTICAS
En aguas poco profundas o hábitats más secos, las garzas se alimentan principalmente de peces, ranas, pequeños mamíferos y ocasionalmente aves pequeñas y reptiles, atrapándolos con su pico largo y afilado. De noche se juntan en grupos más numerosos para ir a dormir a la copa de árboles altos, donde tienen verdaderos dormitorios. Alcanza la madurez sexual entre los dos y tres años y forma parejas monógamas sucesivas cada temporada. Se desconoce si las parejas duran hasta la siguiente temporada. El macho selecciona la zona para anidar y empieza un nido, y entonces atrae a una hembra. A fines de noviembre o en diciembre, ponen de tres a cinco huevos de color azul celeste claro. Ambos miembros de la pareja incuban durante 23-26 días. Los polluelos son alimentados con las presas regurgitadas por sus progenitores y son capaces de volar en un periodo de entre 6-7 semanas.