Ariel Espinoza. Indicó que el escenario que por estos días se respira en la zona, es de “angustia, soledad y de cierto grado de abandono” por parte del Estado, lo que se ha traducido en el desarrollo de manifestaciones y movilizaciones.
LICANTÉN. En contacto con diario La Prensa, el concejal Ariel Espinoza Cerpa, realizó una serie de reparos debido al, a su juicio, “poco o casi nulo apoyo” que ha brindado el Gobierno, a quienes resultaron afectados tras las inundaciones que se presentaron en Licantén, durante junio y agosto pasado. Por lo mismo, dijo, el escenario que por estos días se respira en la zona, es de “angustia, soledad y de cierto grado de abandono” por parte del Estado, lo que se ha traducido en el desarrollo de manifestaciones y movilizaciones, que parten, recalcó, desde la propia ciudadanía. A tal contexto, hay que sumar además el reciente anuncio, relacionado al “cierre indefinido” de la producción de la planta de celulosa Licancel (de la empresa Arauco), que dejará a cientos de personas en la cesantía. “Las movilizaciones no partieron por así decirlo, por lo de la planta de celulosa, sino que fue un cúmulo de cosas. Las movilizaciones parten desde la ciudadanía en disconformidad por la poca respuesta y casi nula en algunas oportunidades por parte del Gobierno ante esta emergencia. El tema de la planta fue la gota que rebalsó el vaso. En algún momento, medios de comunicación dijeron que las movilizaciones fueron por el cierre de la planta, pero eso no es efectivo. El movimiento no parte por aquello, es un cúmulo de cosas. Si tu vienes a Licantén te darás cuenta que los suelos están quebrados, no vamos a tener agricultura, entonces la gente se ve desesperada, sin saber lo que podría pasar”, dijo.
CRÍTICAS
Espinoza profundizó respecto al rol que ha tenido el Gobierno tras las citadas emergencias. “La ayuda como se está canalizando sentimos que no es equitativa, que no es justa. El río Mataquito no discriminó entre los que tienen o no tienen, y hoy día el Gobierno está haciendo una barrera muy discriminadora, respecto a quien se le entrega y a quien no. Por ejemplo, aquellos arrendatarios que fueron afectados por la inundación, no tienen derecho a ningún beneficio por parte del Estado, tarjetas banco material desde la primera inundación, hay vecinos que aún no les llega, el bono FIBE que es un bono de emergencia, que debiese ser entregado a la primera semana de respuesta, todavía no se entrega en algunos sectores; entonces hay una respuesta tardía del Gobierno. En el caso del comercio, vienen todos los créditos, lo que viene en ayuda, pero, sin embargo, piden mucho papel, que lo hace engorroso, más bien obstaculizando todo, se transforma en una traba para los vecinos”, subrayó.
PLANTA LICANCEL
Por último, el concejal también quiso ahondar sobre el anuncio de la empresa Arauco. “Lo que nosotros sentimos que durante muchos años sacaron provecho de nuestros suelos, de nuestra comuna, también nos ayudaron y nunca lo hemos desconocido. El tema es que la instancia y como está el pueblo. Es hoy día cuando mucha gente necesita su empleo, que necesita su trabajo. Ese es el miedo y la desesperanza en vecinos, que quizás van a tener que salir a buscar en otras comunas una fuente laboral. Quedan muchas familias en una completa incertidumbre. No estamos hablando solo de 163 trabajadores que quedan sin su trabajo, son más de 500 familias sin un sustento económico importante”, cerró.